El zapote blanco, conocido también como Casimiroa dulis, es un árbol frutal que tiene sus orígenes en México y Centroamérica. Una investigación conducida por el Instituto de Química de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) ha revelado que esta fruta tan exótica quizá tenga la capacidad de ser un remedio natural alternativo para combatir a un enemigo invisible: la depresión. Esto se debe, en gran medida, a que las hojas y semillas del zapote blanco desprenden compuestos muy poderosos con propiedades antidepresivas.
El equipo de investigación dirigido por Mariano Martínez Vázquez descubrió que una de las sustancias presentes en la fruta, denominada 3-(1,1´-dimetil-allil)-herniarina, posee un interesante potencial para la lucha contra la depresión. Además, parece que este compuesto juega un papel crucial en dos neurotransmisores fundamentales, la dopamina y la serotonina, que actúan en las neuronas del sistema nervioso central y son responsables de varios de los síntomas relacionados con la depresión.
Martínez Vázquez subrayó que los antidepresivos convencionales pueden provocar varios efectos negativos, como problemas de memoria, visión borrosa, boca seca, estreñimiento, disfunción sexual y trastornos del sueño y del apetito. Por contraste, los compuestos proyectados a partir del zapote blanco presentan una baja toxicidad y son fácilmente derivables, lo que les convierte en candidatos ideales para el desarrollo de medicamentos. Esto, unido a que una decocción de las semillas y hojas del zapote blanco también parece tener propiedades antihipertensivas, sedantes, hipnóticas y para combatir el insomnio, sin duda fortalece la visión del zapote blanco como base para producir un antidepresivo natural.
Hay dos teorías principales en relación a la depresión: una vincula la enfermedad a una deficiencia de dopamina, noradrenalina y serotonina en la hendidura sináptica y la otra la atribuye a una disminución en los niveles del factor neurotrófico derivado del cerebro (FND). Los medicamentos más utilizados en el tratamiento de la enfermedad, por tanto, apuntan a aumentar la presencia de ambos.
Según la Biblioteca Digital de la Medicina Tradicional Mexicana de la UNAM, una de las propiedades más estudiadas y demostradas del zapote blanco es su efecto hipotensor. Esto ha sido observado con diferentes tipos de extractos preparados con diversas partes de la planta, en especial con las semillas, pero no solo en seres humanos. Los experimentos en animales como gatos, perros, cobayas, conejos y ratas han obtenido resultados similares.
Otras dos propiedades bastante bien documentadas son el efecto estimulante del útero, gracias a los extractos acuosos y etanólicos de la planta, y su actividad emética, ambos demostrados en perros con extractos etanólicos suministrados por vía oral.
Finalmente, según datos de la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, la depresión, que afecta a más de 20 millones de personas en EE. UU. sola, es una grave enfermedad clínica que impacta directamente sobre el cerebro. Se debe a variados factores, desde los genéticos hasta los ambientales y psicológicos. La depresión suele aparecer entre los 15 y los 30 años, siendo más común en mujeres, quienes también pueden sufrirla posparto. La pregunta final quizás sea: ¿podría la respuesta, o al menos una parte de ella, encontrarse en una humilde fruta como el zapote blanco?
