Descifrando los misterios del hígado: Entendiendo las enzimas hepáticas elevadas
Cuando tu doctor te informa que tu análisis de sangre indica un aumento en las enzimas hepáticas, seguro surgen un sin número de preguntas. ¿Qué implica esto? ¿Es un signo grave? ¿Debería estar preocupado?
En la mayor parte de los casos, esto no sugiere un problema grave del hígado. Son típicos estos hallazgos en análisis de laboratorio. Esto puede ocurrir aún sin síntomas que alerten de alguna enfermedad, o quizás, con un ligero malestar general, dolor corporal y fatiga continua.
De todas formas, si tu reporte de laboratorio indica un aumento en las enzimas hepáticas, es importante entender lo que sucede en tu cuerpo.
¿Qué son las enzimas hepáticas?
El hígado tiene una función esencial en el metabolismo, filtrado de sangre, eliminación de toxinas y en la síntesis de glucosa y proteínas. Produce la bilis necesaria para digestión óptima y realiza más de 500 procesos químicos.
Las enzimas hepáticas son parte de las 160 proteínas que sintetiza el hígado. Son proteínas complejas que facilitan el metabolismo del azúcar de los alimentos convirtiéndola en energía esencial para todas las funciones del cuerpo.
Un incremento de enzimas hepáticas se produce cuando las células enfermas o dañadas del hígado no pueden utilizar estas enzimas y son liberadas en mayor cantidad en la sangre. Aunque siempre tenemos ciertos niveles de enzimas hepáticas en la sangre, si estos aumentan, puede ser un indicativo de problemas hepáticos.
Las enzimas alanina transaminasa (ALT) y aspartato transaminasa (AST), son las más comúnmente usadas para evaluar la función del hígado.
¿Qué causa el aumento de enzimas hepáticas?
Existen varias enfermedades que pueden causar un incremento en las enzimas hepáticas, incluyendo:
- Hígado graso
- Alcoholismo social o crónico
- Uso de medicamentos prescritos o autorecetados
- Exposición a tóxicos o químicos dañinos
- Hepatitis A, B o C
- Falla cardíaca
- Obesidad
- Cirrosis
- Hipotiroidismo
- Mononucleosis y otras enfermedades
Además, el incremento de enzimas hepáticas puede ir acompañado de síntomas comunes de enfermedades hepáticas, tales como comezón persistente, ictericia (piel y ojos de color amarillo), orina oscura o turbia, heces fecales de color claro, entre otros.
Hígado graso y enzimas hepáticas elevadas: ¿Es reversible?
El hígado graso en la etapa de esteatosis hepática, donde no ha habido daño en las células hepáticas, es reversible. Tu hígado volverá a funcionar normalmente. Sin embargo, siempre es mejor prevenir que curar.
Unos cambios que puedes adoptar para mantener tu hígado sano incluyen:
- Si tienes sobrepeso u obesidad, haz ejercicio y sigue una dieta balanceada para bajar de peso.
- Evita el alcohol completamente, pues puede dañar tu hígado aun sin sufrir de alcoholismo crónico.
- Evita la automedicación o consumo de medicamentos innecesarios que pueden ser dañinos para el hígado.
- Consulta a un especialista para evaluar los riesgos y para diagnosticar posibles enfermedades hepáticas.
Las enfermedades hepáticas son más comunes de lo que se piensa, y la mayoría son tratables. Sin embargo, las etapas iniciales de afecciones hepáticas graves son con frecuencia asintomáticas y se detectan muchas veces cuando el daño es irreversible o incurable. Por eso, es importante hacerse chequeos médicos periódicos, especialmente cuando presentes síntomas leves que persisten por más de una semana.