Descubre cómo el Omega-3 puede salvar tu vida durante la pandemia de COVID-19

Salud

Por Gloria Paula Trujillo, 23.07.2024



Se ha revelado que altas concentraciones de ácido graso DHA (ácido docosahexaenoico), perteneciente a la familia Omega-3, poseen una relación directa con una disminución en la inflamación pulmonar, lo que supondría un riesgo reducido de enfermedad pulmonar intersticial (EPI). Esta última es uno de los trastornos que pueden agravar los casos de infección por COVID-19.

Según la revista American Journal of Epidemiology, se observó que, en presencia de elevados niveles de DHA, la tasa de mortalidad por EPI disminuye y hay menos anormalidades pulmonares intersticiales detectadas por tomografía computarizada (TC).

La EPI cubre una variedad amplia de trastornos que, en su mayoría, causan una progresiva formación de cicatrices en los pulmones. Esto provoca un deterioro en la habilidad pulmonar para respirar y suministrar suficiente oxígeno a la sangre.

Los beneficios potenciales de tener altos niveles de DHA se deben a las propiedades antiinflamatorias de los ácidos grasos omega-3. Como encontró el coautor del estudio, el doctor William Harris, de la Universidad de Dakota del Sur, estos ácidos se asocian con una «respuesta inflamatoria lenta y una resolución acelerada de la inflamación».

Además, la investigación descubre que unos niveles bajos de DHA se relacionan con un mayor riesgo de hospitalización por EPI y de fallecimiento por trastornos pulmonares conectados. Este estudio sugiere que mantener niveles elevados de omega 3 en el cuerpo ofrece una protección significativa, lo que se convierte en extremadamente relevante en el contexto actual de la pandemia de la COVID-19.

Por otra parte, es importante estudiar su efecto sobre la COVID-19

Este estudio se ha realizado utilizando los datos recogidos de 10.000 individuos durante un periodo de 12 años. Actualmente, se están desarrollando nuevas investigaciones por la Universidad de Harvard, el Instituto Cardiovascular de Rosario (Argentina) y la Universidad Privada de Ciencias Aplicadas de Jordania. El objetivo es determinar si mediante una suplementación elevada se puede reducir la inflamación causada por el SARS-CoV-2.

El DHA es uno de los ácidos grasos de la familia omega-3. El cuerpo puede producirlo a partir del ácido alfalinolénico, un nutriente esencial presente en los alimentos de origen vegetal como las semillas de lino y chía, y las nueces. A partir de este, el cuerpo genera DHA y EPA (ácido eicosapentaenoico), los otros dos miembros de esta familia de ácidos, presentes en la grasa de los pescados grasos.

La conversión de ALA en DHA y EPA puede variar entre individuos debido a diversos factores, motivo por el cual algunos nutricionistas aconsejan a las personas que siguen dietas vegetarianas que opten por tomar suplementos de DHA y EPA. Existen productos derivados de algas que son aptos para personas veganas.



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