Después de disfrutar de la apetitosa vista que este plato nos ofrece, podrás sumergirte en los secretos de su interior y saborear su sencillo pero exquisito relleno...
Vas a necesitar (para 2 piezas):
Para la masa:
500 g de harina
5 g de levadura en polvo
1 cucharadita de azúcar
1 cucharadita de sal
300 ml de agua tibia
3 cucharadas de aceite de oliva
Para el relleno:
150 ml de salsa de tomate
200 g de mozzarella
120 g de salami en dados
Además:
1 yema de huevo
2 cucharadas de semillas blancas de sésamo
Se hace así:
1. Mezcla todos los ingredientes para la masa, cúbrela con un paño y déjala reposar por una hora.
2. Divide la masa en seis bolas del mismo tamaño. Después extiende cada una con un rodillo sobre una superficie enharinada. Al final deben tener la forma de una tira larga y ancha.
3. Reparte la salsa de tomate de forma equitativa sobre las seis tiras. Deja un margen alrededor de cada una de 1.5 centímetros. Después añade la mozzarella y el salami por encima. Enrolla cada una de las seis tiras de masa: dobla ambos lados de la tira, uno sobre del otro, y haz un poco de presión con las manos para que la masa se pegue bien.
4. Junta y presiona los extremos de tres rollos y luego trénzalos. Para mantenerlos en su lugar, también oprime las tres puntas del final de la trenza. Repite el procedimiento con los otros tres rollos de masa.
5. Para terminar, barniza las trenzas con yema de huevo y rocíales las semillas de sésamo. Hornéalas por 30 minutos a 170 ºC.
Nuestras trenzas de pizza te ofrecen varias ventajas: además de su apetecible apariencia, puedes usar (casi) lo que quieras para el relleno, las puedes comer calientes o frías y las puedes servir como bocaditos o como plato principal. ¿Qué esperas? ¡Queremos verte con las manos en la masa ya!
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