¡Cuidado! Estos 8 alimentos podrían estar empeorando tu depresión

Salud

Por Gloria Paula Trujillo, 29.12.2025



El número de personas afectadas por trastornos depresivos en todo el mundo sigue aumentando, y aunque para muchos esto puede deberse a factores negativos en sus vidas, la realidad es que hay algunos cuyo estado depresivo puede ser consecuencia directa de su dieta. Es posible que te sorprenda, pero numerosos estudios científicos han demostrado que la forma en que nos alimentamos puede influir significativamente en nuestro estado de ánimo. No solo podemos dañar nuestro cuerpo con nuestros hábitos alimentarios, sino también nuestra mente. Hay ciertos alimentos que pueden agravar nuestro estado de ánimo, empujándonos hacia la depresión, y es crucial que aprendamos a evitarlos. Aquí te presentamos 8 alimentos que deberías evitar consumir diariamente si te preocupa tu salud mental.

Azúcar:

Según los expertos en nutrición, el azúcar puede afectar nuestro cuerpo en múltiples formas: puede provocar sobrepeso, incluso obesidad, desequilibra nuestros niveles de glucosa en la sangre y tiene un efecto inmediato en nuestro cerebro, causando una oleada de energía seguida de un descenso severo, resultando en síntomas depresivos casi instantáneos.

Sacarinas:

La sacarina es un tipo de edulcorante artificial que se encuentra no solo en las bebidas “light” sino también en algunos dulces. A pesar de que estas bebidas pueden parecer una opción 'más saludable', la realidad es que las sacarinas también pueden causar un aumento de energía, seguido de un descenso, al igual que el azúcar. Esto se debe a que las sacarinas pueden afectar nuestra salud mental de manera similar al azúcar, siendo uno de los principales culpables de la depresión en la sociedad actual.

Cafeína:

Las bebidas con cafeína pueden aumentar nuestra energía en un corto período de tiempo, pero también pueden causar agotamiento y desencadenar una depresión leve si se consumen con frecuencia. Este compuesto se encuentra en bebidas como el café, las bebidas energéticas, los refrescos y el té.

Bebidas alcohólicas:

Si bien es cierto que muchas personas han reportado sentirse más felices o emocionalmente aliviadas después de una pequeña copa de alcohol, el consumo excesivo de este líquido puede conducir a síntomas depresivos una vez que el efecto inicial pasa. Por lo tanto, el alcohol es considerado como un depresivo.

Frituras:

Además de provocar obstrucciones arteriales debido a la acumulación de grasa, las frituras pueden afectar seriamente nuestro sistema nervioso debido a una mala circulación sanguínea. Esto puede resultar en sensaciones de somnolencia, apatía, fatiga y tristeza después de ingerir alimentos fritos o pasteles altos en grasa.

Sal:

Un consumo excesivo de sal puede disminuir la absorción correcta de potasio en nuestro cuerpo, lo que puede llevar a distintos trastornos neurológicos y a una variedad de malestares corporales. De hecho, la depresión es uno de los trastornos más comunes asociados con una dieta alta en sal.

Colorantes artificiales:

Estos productos químicos están presentes en la mayoría de los alimentos procesados de hoy en día y pueden provocar una variedad de problemas de salud física y mental a medio y largo plazo. Estos pueden incluir hiperactividad, insomnio, fatiga, dolores de cabeza, problemas de tiroides, entre otros.

Glutamato:

Esta sustancia se encuentra en la mayoría de los dulces, refrescos, bebidas gaseosas y alimentos procesados. Actúa de forma similar a una droga, generando adicción y aumentando el riesgo de enfermedades cardiovasculares, obesidad, depresión y diabetes.



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