¡Descubre cómo los científicos luchan contra los parásitos genéticos que causan el envejecimiento!

Salud

Por Gloria Paula Trujillo, 22.08.2025



Se estima que alrededor del 20 % del ADN humano es retrotransposón LINE1, un elemento que podría tener un papel en el desarrollo de cáncer e inestabilidad genómica.

En una colaboración internacional, científicos liderados por la Universidad de Rochester (EE. UU.) han encontrado un método para minimizar los efectos del envejecimiento, a través de la supresión de la actividad del retrotransposón LINE1. Este avance se logró utilizando medicamentos originalmente desarrollados para tratar el VIH. Los resultados de este estudio fueron publicados en la revista Cell Metabolism.

Hay múltiples factores que influyen en el envejecimiento, pero una de las causas fundamentales es la inflamación celular vinculada al envejecimiento. Esta inflamación puede ser exacerbada por los retrotransposones, fragmentos de ADN que pueden moverse y replicarse a lo largo del genoma.

El retrotransposón LINE1, un elemento genético que no tiene una función beneficiosa, representa aproximadamente el 20% del genoma humano y de los ratones. Se pensaba que este retrotransposón contribuía al cáncer y la inestabilidad genómica, pero el estudio ha revelado que los daños que genera son aún mayores.

El estudio demostró que la actividad del LINE1 aumenta con la edad, lo que a su vez contribuye a la inflamación y a las enfermedades relacionadas con el envejecimiento. Paralelamente, con la avanzada edad, los mecanismos que restringen estos elementos genéticos egoístas pierden efectividad, lo que permite una mayor reactivación del retrotransposón.

Nuevas terapias posibles para enfermedades como cáncer o diabetes

El estudio reveló que cuando el LINE1 se reactiva, algunas de sus copias escapan del núcleo de la célula hacia el citoplasma. Las moléculas del citoplasma, que generalmente protegen contra virus y ADN extraño, reconocen a los retrotransposones e inician una falsa señal de inflamación.

Los científicos descubrieron que la actividad del LINE1 puede ser reducida con medicamentos que inhiben a la transcriptasa inversa, una enzima que facilita la formación de ADN de este parásito genético. Estos medicamentos fueron inicialmente desarrollados para combatir la transcriptasa inversa en pacientes con VIH. Al aplicar estos fármacos a los ratones utilizados en el estudio, se observó una mejora en la salud de los roedores y una reducción de la inflamación relacionada con el envejecimiento.

Con todo lo aprendido sobre el LINE1 y su impacto en la inflamación, los investigadores esperan desarrollar técnicas que inhiban a este tipo de elementos genéticos egoístas. “Este tipo de intervenciones podrían servir como nuevas terapias para enfermedades relacionadas con la edad que son impulsadas por la inflamación, como la neurodegeneración, el cáncer, la diabetes y las enfermedades autoinmunes", señaló Vera Gorbunova, quien participó en la investigación.

¿Te imaginas cómo podría cambiar nuestro envejecimiento con estas terapias? ¡Coméntanos qué te parece esta noticia!



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