Aprende todo sobre el ácido úrico y cómo manejarlo

Salud

Por Gloria Paula Trujillo, 22.08.2025



El ácido úrico se forma en el hígado como resultado del procesamiento de purina, un tipo de proteína que se encuentra en los alimentos que consumimos día a día. Cuanto más ingerimos purina, más ácido úrico produce nuestro cuerpo.

Curiosamente, a lo largo de la evolución, los seres humanos perdimos la capacidad de producir una enzima llamada uricasa, que convierte el ácido úrico en alantoína, una sustancia que es mucho más soluble en la sangre. De allí que los humanos tengamos niveles de ácido úrico más altos que la mayoría de los demás mamíferos. Sin embargo, la mayoría de nosotros consigue eliminar el exceso de ácido úrico a través de los riñones.

¿Cómo afecta el exceso de ácido úrico?

Los niveles normales de ácido úrico en la sangre están muy cerca del límite de solubilidad, lo que significa que un pequeño incremento puede causar su cristalización en los tejidos. Esta cristalización toma la forma de urato de sodio.

Si hay un depósito de cristales de ácido úrico en las articulaciones, estos provocan una intensa inflamación, lo que conduce a una dolorosa forma de artritis llamada gota. Es importante entender que se requiere de años de niveles elevados de ácido úrico para desarrollar una enfermedad como la gota.

La gota es una condición clásica que ocurre en una sola articulación durante cada crisis. Las articulaciones más afectadas son las de los pies, especialmente el primer dedo del pie, y las rodillas. Los síntomas de la gota incluyen inflamación de una articulación caracterizada por dolor, enrojecimiento, hinchazón y calor.

El ataque de gota puede durar varios días y luego desaparecer espontáneamente. Sin embargo, si no se trata, los ataques de gota pueden volverse más frecuentes e intensos, y pueden afectar a más de una articulación a la vez. Con el tiempo, la gota sin tratar puede llevar a la formación de tofos (depósitos de cristales de urato) en las articulaciones, causando deformaciones.

El exceso de ácido úrico también puede provocar la formación de cálculos renales de ácido úrico. Además, existe el riesgo de depósito de urato y formación de tofos en los riñones, lo que puede resultar en insuficiencia renal crónica.

En resumen, la gota es causada por niveles elevados de ácido úrico en la sangre. Sin embargo, no todos los individuos con niveles altos de ácido úrico desarrollan gota. La gota es más común en hombres, y suele aparecer entre los 35 y 45 años. En las mujeres, suele ocurrir después de la menopausia.

Factores de riesgo asociados a la gota:

  • Obesidad
  • Hipertensión
  • Trauma en las articulaciones
  • Periodos de ayuno largo
  • Consumo de alcohol
  • Ingesta elevada de alimentos ricos en purina
  • Uso de medicamentos que incrementan los niveles de ácido úrico, como los diuréticos

Es importante destacar que hay algunos alimentos con niveles altos de purina (ácido úrico). Estos alimentos incluyen carnes de cerdo, cabra, cordero y menudos (como hígado y riñón); pescado y mariscos como salmón, sardina, trucha, bacalao, caviar, marisco, ostra y camarón; aves como pavo y ganso; y todas las bebidas alcohólicas.

También hay alimentos con una cantidad moderada de purinas, como las carnes de vaca y conejo, aves como pollo y pato, frutos del mar como langosta y cangrejo, y legumbres como frijoles, garbanzos, guisantes, espárragos, setas, coliflor y espinaca.

Finalmente, hay alimentos con niveles bajos o nulos de purina, como la leche, el té, el café, el chocolate, el queso amarillo, el huevo cocido, cereales como pan, pasta, torta de maíz, patata, arroz blanco, maíz, vegetales col, repollo, lechuga, acelga y berro, y frutos secos, dulces y frutas (incluso las ácidas).

¿Cómo se diagnostica la gota?

La presencia de ácido úrico en la sangre es bastante alta

El diagnóstico de la gota se produce cuando hay un cuadro clínico típico y niveles elevados de ácido úrico. Cuando hay dudas sobre la causa de la artritis, el médico suele extraer líquido de la articulación inflamada para buscar depósitos de cristales de urato.

Tratamiento de la gota

El tratamiento de la gota se divide en dos etapas: el tratamiento de las crisis y la prevención de las crisis. Aunque la gota no tiene cura, puede ser controlada. Durante una crisis de gota, el tratamiento incluye el uso de antiinflamatorios comunes (AINE) y/o colchicina.

La colchicina es menos tóxica que los antiinflamatorios y puede controlar eficazmente la gota, pero puede causar efectos secundarios desagradables, como náuseas, vómitos y diarrea.

La aspirina, aunque tiene un efecto antiinflamatorio, debe evitarse si es posible, ya que reduce la excreción de ácido úrico a través de los riñones. Una vez que la crisis de gota ha cesado, el tratamiento se centra en reducir los niveles de ácido úrico.

Dado que la mayoría de las personas con niveles elevados de ácido úrico no desarrollan crisis de gota o cálculos renales, el tratamiento farmacológico se inicia generalmente después de un primer episodio de crisis de gota o cálculo renal. En el caso de pacientes con hiperuricemia asintomática, se recomienda un cambio de dieta para evitar alimentos ricos en purinas.



Te gustó este articulo?



Comentarios


Mas: Salud