La cebolla es un ingrediente fundamental en la cocina, se puede preparar de múltiples formas y su uso realza el sabor de cualquier plato. Pero más allá de sus usos culinarios, su valor nutricional y propiedades medicinales hacen de la cebolla un alimento sumamente beneficioso.
La mayor parte de la cebolla, alrededor del 90%, es agua. Lo sorprendente es que en el pequeño 10% restante se encuentren tantos nutrientes con propiedades positivas para la salud.
- Contiene aceites esenciales, responsables de la mayoría de las virtudes de la cebolla, aunque también son los causantes de las lágrimas que derramamos al pelarla.
- Rica en vitaminas del grupo B necesarias para el óptimo funcionamiento del sistema nervioso e inmunológico, así como vitaminas E y C, con una potente capacidad antioxidante.
- Abundantes minerales y oligoelementos como potasio, magnesio, fósforo, calcio, sodio y azufre, entre otros.
- Aminoácidos esenciales.
¿Qué sucede en tu cuerpo al cabo de 4 horas de comer 2 rebanadas de cebolla cruda?
Al consumir 2 rebanadas de cebolla cruda y después de la digestión por parte de tu organismo, esto es lo que ocurre en tu cuerpo en unas 4 horas:
- Tu cuerpo asimila una considerables cantidad de quercetina, mejorando la circulación sanguínea.
- Se disminuye el colesterol malo y aumenta la capacidad de la sangre para disolver coágulos.
- Aumenta la eficacia de la sangre para prevenir la trombosis y rejuvenece las arterias y venas.
- Se eliminan excesos de líquido y toxinas y se reduce la hipertensión arterial.
- Se remueve el ácido úrico y se previenen y eliminan los cálculos renales.
- Tu cuerpo expulsa toxinas y fermentos que se producen en el estómago tras la digestión.
- Se estimula al hígado, páncreas y vesícula para que funcionen de manera más efectiva.
- Se equilibran los fermentos digestivos y se previenen los parásitos intestinales.
- Las células de tu cuerpo inician un proceso regenerativo, combatiendo y previniendo el cáncer.
- Inhibición de producción de sustancias perjudiciales y eliminación de radicales libres que atacan a las células.
- Se disminuye significativamente el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas como el corazón o la diabetes.
- Ayuda en la fijación de oxígeno por parte de las células, colaborando en la función respiratoria.
- Se reduce en un 20% la probabilidad de desarrollar osteoporosis.
La cebolla contribuye a nuestra dieta con fibra vegetal, vitaminas, minerales y pocas calorías. Haríamos bien en incluirla en nuestra dieta regularmente. Además, es un alimento ideal para dietas de adelgazamiento debido a su bajo valor calórico, su alto contenido en fibra que mejora el tránsito intestinal, su efecto depurativo que ayuda a eliminar toxinas y evitar la retención de líquidos, y el efecto de saciedad que proporciona después de su consumo.
Las bondades de la cebolla son incontables y en este texto sólo se han resaltado las más importantes. Te animamos a consumirla diariamente de cualquier manera, aunque preferiblemente cruda, pues es en este estado cuando conserva todas sus propiedades. ¿Ya estás pensando en cómo incluirla en tu próximo platillo?
