El ajo, deseado por su sabor y olor únicos, se ha establecido como un ingrediente protagonista en muchas recetas alrededor del mundo. Sin embargo, su valía no se limita a la cocina, ya que en la medicina natural el ajo hace maravillas. Se destaca por sus virtudes en el tratamiento de problemas cardiovasculares y el fortalecimiento del sistema inmunitario. Suele consumirse en ayunas para obtener mayores beneficios. Pero, ¿qué hace al ajo tan especial? En este artículo descubrirás los efectos positivos del ajo en el sistema inmunitario.
¿Qué es el ajo?
El ajo es una planta herbácea con largas hojas y pequeñas flores blancas. Se distingue por su bulbo, de intenso sabor y olor, cubierto por una piel parecida al papel y compuesto por pequeños segmentos llamados dientes de ajo. Su presencia es esencial en muchas recetas como la sopa de ajo o el pollo al ajillo, y se puede incorporar a numerosos platos en diferentes presentaciones.
Componentes y propiedades del ajo
El ajo posee nutricionalmente un 30% de hidratos de carbono, el 6% de proteínas, vitamina B y C, minerales como el calcio, yodo, fósforo, manganeso, selenio, hierro y fibra. Un componente particular del ajo es la alicina, un compuesto de azufre con propiedades medicinales reconocidas que se libera al picar, machacar o masticar el ajo, dándole su olor característico. Adicionalmente, su contenido en antioxidantes protege al cuerpo del daño oxidativo.
Beneficios del ajo para el sistema inmunitario
El ajo cumple la función de antibiótico y antiviral, fortalecido el sistema inmunitario. También asiste en la prevención de enfermedades cardiovasculares y cáncer. Aquí algunos beneficios concretos:
- Reducción de grasa: El ajo mejora la salud cardiovascular al disminuir grasas como los triglicéridos y el ácido úrico.
- Previene partos prematuros: El ajo es beneficioso durante el embarazo para prevenir infecciones microbianas y partos prematuros.
- Fortaleza ósea: Rico en calcio, el ajo es recomendado para aliviar la artrosis y la osteoporosis.
- Antibiótico: El ajo es efectivo contra bacterias que causan bronquitis, hipertensión, tuberculosis, trastornos del hígado, reumatismo, diabetes y fiebre.
- Previene tumores cerebrales: Las celdas glioblastomas, un tipo de tumor cerebral mortal, pueden ser destruidas por los compuestos orgánicos del azufre que contiene el ajo.
- Reduce daño hepático por alcohol: El disulfuro de dialilo en el ajo protege contra el estrés oxidativo causado por el etanol.
- Purifica la piel: Una mezcla de ajo y miel puede eliminar infecciones en la piel causadas por piojos o caspa.
- Antioxidante: El ajo protege al cuerpo contra los radicales libres.
El ajo se puede consumir de muchas maneras, siendo la más recomendada un diente de ajo en ayunas. Si te preocupa el aliento, puedes contrarrestarlo masticando hojas de perejil y cepillándote los dientes regularmente.