El Poder Increíble del Ejercicio Físico en la Lucha Contra el Cáncer: Cómo Estimula Nuestro Sistema Inmunológico

Salud

Por Gloria Paula Trujillo, 28.12.2025



Casi el 50% de todas las muertes por cáncer se pueden prevenir cambiando aspectos del estilo de vida y el ambiente que nos rodea. Entre estos factores se incluye la inactividad física, que ha alcanzado niveles de pandemia, y que se considera un factor clave en la incidencia, recurrencia y mortalidad del cáncer en adultos. Cabe destacar que esta relación se mantiene independiente de otros factores de riesgo como el tabaquismo o la obesidad.

Traslación del pasado al presente

En este sentido, la comunidad científica ha estado explorando los posibles beneficios del ejercicio durante mucho tiempo. En 1921, Ivar Sivertsen y A. W. Dahlstrom propusieron que la "actividad muscular" podría prevenir el desarrollo de tumores, basándose en observaciones realizadas en granjeros norteamericanos jubilados y sedentarios en comparación con sus pares que seguían manteniéndose físicamente activos hasta su séptima u octava década de vida.

Además, notaron que los carcinomas raramente se desarrollaban en animales con alta actividad espontánea, como los peces en su hábitat natural en comparación con los criados en piscifactorías, o ratones en relación a los humanos. Sin embargo, hasta hace unas décadas, no se había considerado si tales efectos podrían estar vinculados a la función del sistema inmunológico, a pesar de que se había documentado el fenómeno de la leucocitosis (aumento de los leucocitos o células blancas, esenciales para nuestras defensas) inducida por el ejercicio en el maratón de Boston de 1902.

Los músculos como torrente de moléculas

Una característica importante a considerar es el papel del músculo esquelético como un órgano endocrino que libera numerosas moléculas señalizadoras en el torrente sanguíneo. Entre estas moléculas, llamadas colectivamente "miocinas", se incluyen principalmente proteínas o pequeños péptidos, como las citocinas interleucina-6 (IL-6), IL-7, o IL-15, así como ácidos nucleicos, lípidos y metabolitos como el lactato.

El poder del ejercicio intenso y frecuente

En términos de intensidad del ejercicio, cada episodio de esfuerzo físico "agudo" de al menos 20 minutos induce un aumento significativo y transitorio de linfocitos. En particular, el ejercicio intenso y regular tiene dos efectos interesantes: la liberación regular de miocinas antiinflamatorias y un aumento de la infiltración de células inmunes en los tumores. Esto se ha demostrado en pacientes con cáncer de próstata o de páncreas.

Conclusiones

En resumen, hay numerosas evidencias que avalan los beneficios del ejercicio físico como un poderoso aliado para fortalecer y estimular la acción del sistema inmune contra el cáncer, tanto en niños como en adultos. Ahora, la pregunta es: ¿Estás listo para correr?



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