Aunque muchos se preocupan acerca de su consumo de alimentos saludables, a menudo existe incertidumbre respecto de cuáles micronutrientes, o sea, vitaminas y minerales, obtienen de su dieta diaria y cómo éstos aportan a su bienestar general.
Las vitaminas y los minerales han cobrado gran relevancia en el ámbito de la salud pública en las últimas décadas. Esto ha llevado a su extensiva investigación para comprender mejor su funcionamiento dentro del organismo y las implicaciones de una de dieta con deficiencia de estos nutrientes clave.
Una atención muy especial
Si bien todos son de considerable importancia, existen algunos micronutrientes específicos que necesitan de una atención especial debido a su rol vital en el metabolismo energético y el bienestar en general.
Algunos de estos micronutrientes esenciales incluyen el hierro, yodo, zinc, magnesio, potasio y calcio. La vitamina A, por ejemplo, desempeña un importante papel en el crecimiento y desarrollo celular. ¿Sabías que también promueve la salud de la piel, cabello, uñas, encías, glándulas, huesos y dientes, y hasta podría ayudar a prevenir el cáncer de pulmón? Se puede obtener vitamina A a través del consumo de alimentos como el salmón, otros pescados de aguas frías, yemas de huevo y productos lácteos fortificados, entre otros.
La vitamina D, ampliamente reconocida por sus beneficios para la salud ósea, también facilita la absorción de calcio, ayuda a prevenir el cáncer y la diabetes, fomenta la salud inmunológica y cardiaca e incluso combate la depresión. ¡Recuerda, puedes obtenerla simplemente exponiéndote al sol! También se encuentra en alimentos como la leche fortificada, mantequilla, yemas de huevo, pescados grasos y aceite de hígado de pescado.
Y si buscas tener una piel y cabello radiantes, asegúrate de obtener una dosis adecuada de vitamina E. Este micronutriente, gracias a sus propiedades antioxidantes, protege las células de los radicales libres dañinos. Puedes obtenerla de via huevos, aceites vegetales, margarina, mayonesa, nueces, semillas y cereales fortificados.
Fomentando un metabolismo saludable
La vitamina C, también conocida como ácido ascórbico, es esencial y muy importante para la salud en general, ya que fortalece las paredes de los vasos sanguíneos, promueve la curación de heridas y la absorción de hierro. Además, ayuda a prevenir la arterosclerosis, esencial para la función inmunológica y actúa como un antioxidante clave. Puedes obtener vitamina C de frutas cítricas, jugos, melones, bayas, pimientos, brócoli y papas, entre otros.
El compuesto de vitaminas B también merece una mención especial. La vitamina B1 es esencial para mantener un metabolismo saludable y ayuda a mantener la digestión normal, el apetito y la función nerviosa. Por otro lado, la vitamina B2 es esencial para el metabolismo energético y ayuda a la función suprarrenal, mantiene la visión y contribuye a la salud de la piel.
¿Conocías la vital importancia del potasio en tu organismo?
La vitamina B6 fomenta el metabolismo de las proteínas y carbohidratos y la liberación de energía. Además, juega un papel vital en la función nerviosa adecuada y la síntesis de glóbulos rojos. La vitamina B12 se utiliza en la formación de glóbulos rojos, ADN y nervios. Puedes obtener las vitaminas B de carnes magras, aves, mariscos, leche, huevos, legumbres, panes fortificados, cereales, vegetales de hojas verdes y legumbres.
Por último, no olvides otros micronutrientes imprescindibles para una salud óptima como el hierro, yodo, zinc, magnesio, potasio y calcio.