El ayuno intermitente se ha convertido en un fenómeno nutricional de moda, famoso por su enfoque novedoso respecto a cuándo comer y cuándo no. La popularidad de este método no cede y, de hecho, celebridades como Jennifer Aniston han sido citadas respaldando los beneficios que les ha traído el ayuno intermitente a su vida cotidiana.
Existen diversas modalidades de este método, siendo el 16:8 y el 5:2 los más conocidos. El 16:8 implica consumir todas las comidas del día en un periodo de ocho horas y ayunar durante las 16 restantes; por otro lado, el 5:2 permite comer normalmente cinco días a la semana y ayunar (limitando la ingesta a 500 o 600 calorías) los dos días restantes.
¿Pero por qué alguien optaría por el ayuno intermitente en lugar de seguir una dieta baja en carbohidratos o grasas? Al parecer, los beneficios para la salud del ayuno intermitente son diversos y considerables.
Las investigaciones indican que el ayuno intermitente puede ser beneficioso para perder peso, controlar los niveles de azúcar en la sangre y frenar el proceso de envejecimiento. Sin embargo, no todos los expertos están convencidos. Algunos argumentan que la evidencia existente es contradictoria y que las conclusiones obtenidas a partir de estudios en animales pueden no aplicar necesariamente a los humanos.
Por ello, es esencial evaluar a fondo los 10 beneficios más promocionados del ayuno intermitente para determinar si estos se respaldan científicamente o si se necesita más investigación al respecto.
Pérdida de peso
Uno de los motivos más comunes para comenzar el ayuno intermitente es la pérdida de peso, que parece ser efectiva a corto plazo. Algunos estudios sugieren que la pérdida de peso lograda con el ayuno intermitente no supera la que se obtiene con otras dietas restringidas en calorías y, dependiendo de la ingesta calórica individual, se podría incluso ganar peso.
Disminución de la presión arterial
El ayuno intermitente puede contribuir a reducir la presión arterial a corto plazo. Mantener una presión arterial saludable es fundamental ya que los niveles elevados incrementan el riesgo de enfermedades del corazón y riñón, así como accidentes cerebrovasculares.
Reducción de la inflamación
Investigaciones sugieren que el ayuno intermitente puede disminuir los nivel de inflamación. Sin embargo, se requieren más ensayos clínicos para confirmar este beneficio.
Reducción del colesterol “malo”
Algunos estudios preliminares sugieren que el ayuno intermitente puede contribuir a reducir el colesterol total y el colesterol LDL, conocido como “malo”, cuando se combina con ejercicios de resistencia.
Favorece la supervivencia tras un accidente cerebrovascular
Se sugiere que el ayuno intermitente puede prevenir el daño cerebral en caso de accidentes cerebrovasculares gracias a sus beneficios en la reducción de la presión arterial y los niveles de colesterol.
Mejora la función cerebral
Algunos estudios iniciales indican que el ayuno intermitente puede mejorar la agudeza mental y la concentración, además de proteger contra el deterioro de la memoria asociado con la edad.
Protección contra el cáncer
Ciertos estudios en animales han mostrado que el ayuno intermitente puede disminuir el riesgo de ciertos tipos de cáncer. No obstante, aún está por confirmarse si estos beneficios se aplican igualmente a los humanos.
Mejora la resistencia a la insulina
El ayuno intermitente podría ayudar a estabilizar los niveles de azúcar en sangre en personas con diabetes porque mejora la resistencia a la insulina, aunque aún se necesita más investigación al respecto.
