Tus Comidas ya no serán las mismas: Descubre el pan que puede reducir el azúcar en sangre, ¡según la ciencia!
El pan, más que un alimento, es una tradición para nosotros los españoles. Sumergir un pedazo de pan crujiente en una salsa exquisita es uno de los placeres culinarios más amados. Aunque adoramos este alimento, los españoles no somos los principales consumidores de pan. De acuerdo con una encuesta que clasifica 25 países en función de su consumo de pan, España se ubica bastante alejada del primer lugar, que es ocupado por Turquía con un consumo per cápita de casi 200 kg de pan al año (199,6 kg). En promedio, los españoles consumimos alrededor de 46 kg de pan por año, lo que nos coloca en el puesto número 22 de este peculiar ranking.
Además, el consumo de pan ha estado en un constante descenso en España. En comparación con un consumo de aproximadamente 50 kg reportado en el año 2000, la cifra ha disminuido a 27,94 kg en 2022. Este descenso se puede atribuir a diversas razones, entre ellas, su alto contenido de hidratos de carbono.
No obstante, existen diversas variedades de pan que son nutricionalmente más saludables, como el pan integral, rico en fibra y que proporciona carbohidratos complejos que liberan energía de manera gradual. Esto podría ser un buen motivo para reincorporar el pan en nuestras comidas principales.
Un Pan con más Colores, Sabores y Salud
Junto con su alto contenido de fibra y carbohidratos complejos, existe un nuevo beneficio que se le atribuye al pan gracias a una innovación en su receta: la adición de un pequeño porcentaje de vegetales deshidratados (un 2% de la receta) en la elaboración del pan plano.
Un equipo de investigación del Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos (IATA) del CSIC, que es parte del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades (MICIU), ha realizado un estudio que revela que la inclusión de una pequeña proporción de vegetales deshidratados puede alterar la digestión del almidón e incrementar favorablemente la respuesta glucémica tras su consumo. La investigación, que ha sido publicada en la revista International Journal of Food Science and Technology, demuestra que incorporar vegetales como espinaca, acelga, remolacha o cebolla puede mejorar significativamente las propiedades del pan plano, el cual es un tipo de pan que se prepara extendiendo la masa y sin utilizar masa madre ni levadura.
Panes Enrichidos con Vegetales
Las conclusiones del estudio indican que añadir ingredientes como espinacas o acelgas puede mejorar notablemente el contenido mineral del pan plano; por otro lado la incorporación de aceitunas negras y verdes puede aumentar el contenido de grasas saludables; la remolacha y el tomate pueden cambiar el color y la dureza del pan; agregar coles puede aumentar el contenido proteico; en tanto que la alcachofa y la zanahoria incrementan la cantidad de fibra. Además, se ha demostrado que el limón y el tomate pueden reducir la digestión in vitro del almidón. “Los vegetales deshidratados constituyen ingredientes innovadores y naturales que tienen el potencial de mejorar las propiedades nutricionales y tecnológicas del pan plano”, afirman María Santamaría y María Ruiz, investigadoras del CSIC en el IATA y coautoras del estudio.
El pan plano tiene un alto contenido de carbohidratos, particularmente almidón de rápida digestión, que contribuye a que tenga un índice glucémico elevado. Esta característica ha permitido analizar el impacto glucémico de la inclusión de vegetales deshidratados. “Los ingredientes vegetales pueden transformar el pan plano, un alimento tradicional, en una opción nutricionalmente más saludable y creativa”, explica el equipo de investigación del IATA-CSIC. Este estudio se ha llevado a cabo como parte del proyecto europeo PRIMA FlatBreadMine, el cual está liderado por Patricia LeBail del Instituto Nacional de Investigación Agronómica (INRA) de Francia.
¿Qué es el Pan Plano?
Entre las múltiples variedades de pan que existen, el pan plano podría ser considerado uno de los tipos más antiguos. Probablemente es uno de los métodos más simples y rápidos de preparar el pan, por lo que su existencia se remonta al Antiguo Egipto y Sumeria, y también a la Antigua Grecia.
El pan plano se distingue por no contener masa madre y no requerir levadura. De hecho, la preparación tradicional de este pan implica hacer la masa y cocerla o tostarla antes de que pasen 18 minutos, para evitar cualquier tipo de levado. Así, el grosor del pan suele ser delgado, variando desde unos cuantos milímetros hasta unos pocos centímetros.