La Universidad de Purdue en Indiana, Estados Unidos, ha logrado un gran avance en el tratamiento de la obesidad y diabetes. Sus científicos han encontrado una manera de convertir las células de grasa blanca, asociadas con la obesidad, en células de grasa parda, que el cuerpo puede quemar más fácilmente.
Estas células de grasa blanca se acumulan en nuestro cuerpo debido a nuestra evolución y estilo de vida, que nos ha hecho menos activos y excesivamente alimentados. Como resultado, tendemos a acumular este tipo de grasa, lo que puede llevar a condiciones de salud metabólica, como diabetes y obesidad.
La grasa parda
En contraste, la grasa parda es mucho más eficiente para nuestro cuerpo, ya que se quema más fácilmente, convirtiendo la energía en calor. Esta eficiencia ha llevado a muchos científicos a buscar métodos para reducir la grasa blanca y aumentar la grasa parda.
En este estudio, los investigadores utilizaron la vía de señalización Notch, que regula la diferenciación e identidad celular. Al interrumpir esta señal en una célula destinada a convertirse en una célula de grasa blanca indeseable, se puede llevar a la creación de grasa parda. Pero, ¿cómo lo logran?
El experimento con ratones
Los expertos emplearon por primera vez una nanopartícula polimérica para el suministro controlado de un inhibidor de señalización Notch directamente a las células de grasa blanca. Esta nanopartícula, hecha de un polímero aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) llamado PLGA y que contiene el fármaco Dibenzazepina, bloqueó la señalización Notch y propició la creación de células de grasa marrón.
Las partículas, con un tamaño inferior a 200 nanómetros, son fácilmente absorbidas por las células grasas a través de un proceso llamado tráfico endocitótico "Las células asimilan la partícula como si la estuvieran ingiriendo", explica Shihuan Kuang, coautor del estudio.
Si se inyectan las nanopartículas que contienen el medicamento en la grasa, podría ser posible desarrollar terapias que dirijan la reducción de la grasa blanca en ciertas áreas del cuerpo. De hecho, en los experimentos de roedores, una inyección semanal de nanopartículas fue suficiente para conseguir mejoras significativas en la tolerancia a la glucosa y sensibilidad a la insulina en todo el sistema.
El proceso ha sido patentado por los expertos y actualmente está en la siguiente fase de pruebas con el objetivo de comercializar la tecnología en el futuro.
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