¡Atención Padres! Signos de alerta de obesidad infantil que podrían pasar desapercibidos

Salud

Por Gloria Paula Trujillo, 02.07.2025



A menudo, el sobrepeso y la obesidad están asociados a una falta de equilibrio entre las calorías ingeridas y las consumidas a través de las actividades diarias. Sin embargo, existen otros síntomas en niños que deben ser motivo de consulta con un especialista, según Ana Laura López Beltrán, endocrinóloga del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco.

Baja estatura y la presencia de manchas oscuras en las doblez de la piel, son síntomas que podrían indicar problemas más serios que un simple estilo de vida inadecuado. “Es importante tener en cuenta que si un niño con sobrepeso comienza a presentar manchas en su cuello, puede ser un signo de alarma ya que podría estar desarrollando intolerancia a los carbohidratos, también conocido como prediabetes”, advierte la especialista.

Este oscurecimiento del cuello es un signo clínico que los padres pueden fácilmente identificar en casa. Este problema de salud, conocido como acantosis nigricans, puede afectar diferentes partes del cuerpo, manchando y engrosando ciertas áreas de la piel en lugares como nudillos, axilas, codos y rodillas, además del cuello, sin que se vuelva áspera. Si estos síntomas se presentan, podrían indicar un problema con el funcionamiento del páncreas.

“También a los niños con sobrepeso que poseen una talla más baja que el promedio, es crucial realizarles un panel de pruebas hormonales para asegurarse que este no sea la causa subyacente de su obesidad”.

“Si se confirma el diagnóstico, el tratamiento debe ser multifactorial. Habrá que reemplazar los malos hábitos, mejorar la alimentación, incrementar la actividad física y, adicionalmente, podrían ser necesarios tratamientos médicos que no dañan al paciente y nos ayudan a prevenir el avance hacia la diabetes”.

Otro indicador que podrían usar los padres para detectar el riesgo de una enfermedad crónica degenerativa en sus hijos debido a la obesidad, es que los niños pesen más de cinco kilos por encima de su estatura. Por ejemplo, si un niño mide 1.40 metros, “independientemente de que esté un poco llenito, su peso no debe ser mayor a 45 kilos. Si pesa más, seguramente podemos clasificarlo en alguna categoría de sobrepeso”.

La especialista reiteró la importancia de tratar estos problemas de salud cuanto antes, ya que los efectos pueden manifestarse a corto plazo y empeorar con el paso del tiempo. En este sentido, los adultos jóvenes podrían ya presentar enfermedades como hígado graso, cáncer, problemas visuales, cardíacos, entre otros.



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