¡Atención! ¿Sabías qué el ejercicio ayuda a controlar la diabetes?
El valor del ejercicio en la salud general no puede ser subestimado y su papel es especialmente crucial en el manejo de la diabetes. El ejercicio regular, que puede ser tan simple como caminar 30 minutos al día, puede tener un gran impacto en la mejora de la circulación, la reducción del estrés y la prevención de enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares al disminuir la presión arterial y el colesterol.
Además, para aquellos que viven con diabetes, el ejercicio puede tener un impacto significativo en el mantenimiento de los niveles de glucosa en sangre dentro de los rangos seguros y puede ser la clave para evitar las complicaciones que a veces acompañan a la enfermedad.
La diabetes tipo 1 y el papel de la actividad física
En la diabetes tipo 1, los niveles de glucosa en sangre están íntimamente ligados a la actividad física, los carbohidratos consumidos y la dosis de insulina. La diabetes tipo 1 requiere un delicado juego de equilibrio, ya que los individuos con esta enfermedad aún deben tener cuidado con la hipoglucemia, una potencialmente peligrosa disminución de los niveles de glucosa en sangre, durante y después del ejercicio.
Es esencial que las personas con diabetes tipo 1 controlen sus niveles de glucosa en sangre antes, durante y después de la actividad física. Sin embargo, con un monitoreo cuidadoso y un entendimiento profundo de cómo su cuerpo responde a la actividad física, pueden navegar de manera segura y efectiva por su rutina de ejercicios.
Ejercicio y diabetes tipo 2; la batalla contra la resistencia a la insulina
Las personas que viven con diabetes tipo 2 a menudo luchan con algo denominado "resistencia a la insulina". Esta condición significa que su cuerpo todavía produce insulina, pero la insulina no puede hacer su trabajo tan eficientemente porque sus células se han vuelto resistentes a ella.
Esta resistencia a la insulina, a menudo asociada con el aumento de grasa y la disminución de la masa muscular, puede verse disminuida por medio del ejercicio que ayuda a construir masa muscular y reduce grasa, por lo que hace que el cuerpo utilice la insulina de manera más eficaz.
La pre-diabetes y cómo el ejercicio puede ayudar
La actividad física también puede jugar un papel preventivo en las personas con riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, como es el caso de las personas con sobrepeso y sedentarismo, una condición conocida como prediabetes. Al cambiar su estilo de vida incluyendo actividad física regular y un cambio en la dieta, puede retrasarse o incluso prevenir la aparición de diabetes tipo 2.
Menos charla, más acción: ¿Cómo comenzar?
Con solo 30 minutos de actividad moderada al menos cinco días a la semana, puede hacer una gran diferencia. Hay una amplia variedad de formas de ejercicio para probar, desde caminar, trotar y bailar, hasta yoga y pilates, natación, ciclismo, etc. Antes de comenzar cualquier programa de ejercicios, es vital discutirlo con su médico para asegurarse de que sea seguro para su situación.