Un estudio reciente sugiere que el consumo excesivo de refrescos, incluso las versiones dietéticas, puede incrementar el riesgo de una muerte prematura.
Este estudio, el más grande de su tipo hasta ahora, analizó datos de casi 500,000 personas en Europa. Los resultados mostraron que las personas que consumieron dos o más vasos de refresco al día, ya sean regulares o dietéticos, tuvieron un 17% más de riesgo de fallecer durante el periodo de evaluación de casi dos décadas, comparado con aquellas que consumieron menos de un vaso por mes.
Estos resultados prevalecieron incluso después de tomar en cuenta otros factores que podrían influir en el riesgo de muerte prematura y enfermedad de las personas, como tabaquismo, consumo de alcohol, índice de masa corporal (IMC), actividad física, consumo de calorías y consumo de frutas, verduras y carnes procesadas.
Sin embargo, es importante notar que el estudio solo encontró una correlación, pero no proporciona suficiente evidencia para afirmar que el consumo de refrescos sea la causa directa de una muerte prematura.
Los hallazgos de este estudio, publicados el 3 de septiembre en la revista JAMA Internal Medicine, respaldan las campañas de salud pública actuales orientadas a reducir el consumo de estas bebidas.
Este estudio se suma a una serie de investigaciones recientes que relacionan el consumo de refrescos con un mayor riesgo de enfermedades crónicas y muerte prematura. Por ejemplo, en marzo, un grupo de investigadores diferentes publicó un estudio que encontró una asociación entre el consumo de bebidas azucaradas y un mayor riesgo de muerte prematura entre hombres y mujeres en los Estados Unidos. Ese estudio también reveló que un consumo excesivo de bebidas dietéticas estaba relacionado con un mayor riesgo de muerte prematura en mujeres.
Algunos hallazgos interesantes de este nuevo estudio muestran que las personas que consumen regularmente refrescos de dieta tienen más probabilidades de morir de enfermedades cardiovasculares; mientras que aquellos que normalmente consumen refrescos endulzados con azúcar tienen más probabilidades de morir de enfermedades digestivas.
No está claro por qué los refrescos de dieta en particular estuvieron asociados con un mayor riesgo de muerte por enfermedades cardiovasculares. Una posible explicación sería que las personas que ya estaban en riesgo de enfermedad cardíaca al inicio del estudio, optaron por consumir refrescos de dieta como una medida preventiva.
Otra explicación podría ser que el consumo frecuente de edulcorantes artificiales podría afectar la forma en que el cuerpo procesa el azúcar real. Sin embargo, se requieren más investigaciones para confirmar estas presunciones.
Por lo tanto, ¿es hora de reconsiderar su consumo de refrescos? ¿Será este estudio un factor determinante en su decisión de adelantar o no esa lata de soda para la cena? Recuerde, una vida saludable siempre resulta de decisiones bien informadas y equilibradas.
