Una alimentación equilibrada y saludable puede ser valiosa no solo para nuestra salud sino también para las generaciones futuras. Si esta afirmación parece intrigante o sin fundamentos, quizá sea momento de conocer los hallazgos más recientes en el campo de la ciencia nutricional.
Es ampliamente conocido el hecho de que el consumo de productos orgánicos y balanceados ofrece múltiples beneficios para nuestra salud. Sin embargo, entender cómo estos alimentos interactúan y funcionan a nivel molecular en nuestros cuerpos puede ser una revelación asombrosa, y podría provocar un cuestionamiento radical de nuestras elecciones dietéticas.
Expertos en el campo, como el Dr. Milton Mills, han demostrado que una dieta plant-based puede reducir significativamente el riesgo de afecciones crónicas severas, que en muchos casos pueden ser heredadas. En otras palabras, los alimentos vegetales pueden influir en nuestra composición genética y proporcionar una mejor calidad de vida a nuestros cuerpos y a nuestra progenie.
El Dr. Mills es Director Asociado de Medicina Preventiva con el Comité de Médicos para la Medicina Responsable (PCRM) y coautor del informe de PCRM sobre el sesgo racial y étnico en las pautas dietéticas de EE. UU.
¿Cómo es que las frutas y verduras pueden afectar nuestro ADN?
Las investigaciones indican que las verduras y frutas son ricas en fitonutrientes. Estos compuestos son producidos por las propias plantas y frutas para su protección contra rayos UV, insectos y otras amenazas. En los humanos, el consumo de fitonutrientes también aporta varios beneficios.
La ingesta de fitonutrientes ayuda a potenciar las defensas de las células, lo que permite que estas se recuperen de cualquier daño causado por un deterioro genético. Según el Dr. Mills, una dieta equilibrada y rica en verduras y frutas puede ayudar a prevenir enfermedades mortales como el cáncer, ya que estos alimentos ejercen un impacto directo sobre nuestras células.
Finalmente, el Dr. Mills nos recuerda cómo la investigación científica ha demostrado en repetidas ocasiones que las dietas basadas en alimentos naturales fortalecen el sistema inmunológico, es decir, hacen que nuestro cuerpo esté más preparado para combatir cualquier enfermedad.
Entonces, ¿qué tiene todo esto que ver con la descendencia y la evolución? La respuesta es simple. Cualquier cambio a nivel genético puede ser transmitido a las siguientes generaciones. Por lo tanto, si consumimos más vegetales y frutas, podríamos contribuir a la evolución de nuestra especie. ¿No es este un gran motivo para considerar un cambio en nuestra dieta?
