Excluyendo a aquellos con alergias a ellas, las nueces no están realmente prohibidas para aquellos que buscan perder peso. Hay un malentendido común de que las nueces deben evitarse debido a su alto contenido de grasa, pero en verdad contiene grasas sumamente saludables.
El perfil nutricional de las nueces revela que aproximadamente el 60% de estas es grasa, pero estas grasas están formadas por ácidos grasos Omega 3 y Omega 6 en proporciones ideales. Esto no solo las hace beneficiosas para nuestra salud cardiovascular y neural, sino que también ayuda a reducir los niveles de LDL, el "colesterol malo".
Con la llegada del otoño y sus enfermedades y trastornos típicos como resfriados, alergias y reuma, las nueces pueden convertirse en nuestro aliado gracias a su composición nutricional.
Las nueces son el fruto seco del otoño por excelencia, ya que no solo están en su temporada de septiembre a noviembre, sino que también proveen los nutrientes necesarios para combatir afecciones comunes durante esta época del año.
Algunas de las maneras en las que las nueces pueden ayudarnos durante otoño son:
Catarros y gripes: El otoño es una época de resfriados y gripes, y aunque una vez contraídos no hay mucho que podamos hacer para eliminarlos, comer nueces puede mejorar los síntomas gracias a su alto contenido en zinc. Este mineral fortalece nuestro sistema inmunológico y mejora los síntomas como la mucosidad, estornudos y dolores de garganta y musculares.
Alergias asmáticas: Durante el otoño los ácaros pueden causar reacciones alérgicas debido a que los interiores no se ventilan tanto. Según un estudio de la Johns Hopkins Medicine, agregar más ácidos grasos omega-3 a nuestra dieta (nueces y salmón) puede reducir los síntomas del asma. Combina nueces con manzanas para efectos aún más beneficiosos ya que las manzanas contienen quercetina, un antihistamínico natural.
Enfermedades reumáticas: El otoño es conocido por ser una época con cambios drásticos de presión atmosférica y esto puede exacerbar las enfermedades reumáticas que afectan las articulaciones. Gracias a su alto contenido en Omega-3, las nueces pueden aliviar la inflamación y además ayudan a controlar el peso corporal por ser saciantes y tener alto contenido de fibra.
Además de sus beneficios como prevención y tratamiento de afecciones comunes, las nueces también son una rica fuente de proteínas y contienen vitaminas del grupo B, lo que las hacen ideales para combatir la fatiga física y mental, así como para personas con gran desgaste (estudiantes), mujeres embarazadas y personas mayores.
Sobre sus minerales, son ricas en fósforo, potasio, magnesio, zinc, cobre y manganeso.
¿Y la mejor parte? Sólo necesitas de tres a ocho nueces al día para disfrutar de sus beneficios. Puedes comerlas solas, con frutas, yogur, quesos o incluso en ensaladas. Asegúrate de comprarlas con cáscara y pelarlas justo antes de comerlas para mantener todas sus propiedades intactas.