El Instituto Francis Crick ha desarrollado un estudio fascinante sobre cómo la dieta en la primera etapa de la vida puede impactar la longevidad. Las moscas de la fruta se utilizaron en esta investigación debido a que comparten dos tercios de sus genes con los humanos. Por lo tanto, los hallazgos podrían tener implicaciones para nuestra propia especie. Según el estudio, las moscas que se alimentaban de una dieta baja en proteínas durante su etapa juvenil y luego cambian a una dieta estándar en la etapa adulta vivieron el doble que las que mantenían una dieta estándar de adulto desde el principio. ¿Te hace preguntarte si lo mismo podría aplicarse a los humanos, verdad? Sin embargo, los investigadores del Instituto Francis Crick insisten en que sus hallazgos en las moscas no son una recomendación para que las mujeres embarazadas o los recién nacidos mantengan una dieta baja en proteínas. Los científicos descubrieron que las moscas de la fruta excretan lípidos tóxicos a través de su piel, lo que parece acortar su vida útil. Sin embargo, estos lípidos resultaron ser menos tóxicos cuando las moscas habían consumido una dieta baja en proteínas durante su etapa juvenil. Los lípidos, necesarios para la protección y nutrición de la piel, mostraron aquí su cara menos amigable. Inesperadamente, los investigadores descubrieron que los lípidos tóxicos no sólo afectaban a las moscas que los excretaban, sino también a las moscas cercanas. Esto indica que la dieta de los demás podría influir en tu salud, al menos si eres una mosca de la fruta. Alex Gould, uno de los científicos del estudio, expresó esta observación de manera divertida: "No es solo lo que comes, sino lo que come tu vecino, al menos si eres una mosca de la fruta". Esto podría ofrecer una explicación a por qué las moscas de la fruta tienden a vivir menos en áreas densamente pobladas por ellas, un fenómeno que ha intrigado a los científicos durante más de un siglo. ¿Aprenderemos algo más de estos diminutos insectos en el futuro? ¡Estaremos atentos!
