Las hepáticas, también conocidas como hepaticofitas, forman un conjunto de plantas que llevan este nombre debido a su apariencia similar a un hígado. Te sorprenderá saber que hay un género dentro de este grupo que produce un compuesto estructuralmente muy parecido al THC, la principal sustancia psicoactiva presente en la marihuana.
Científicos de la Universidad de Berna y ETH Zurich se han propuesto investigar por primera vez los posibles efectos farmacológicos de esta sustancia encontrada en este peculiar musgo.
Hepáticas
Aunque la molécula en cuestión es sorprendentemente similar al THC, presenta un efecto psicoactivo menos notorio y exhibe mejores propiedades antiinflamatorias. Si bien es cierto que se conocen diversas plantas, aparte de la marihuana, que producen cannabinoides, hasta ahora el cannabis ha sido la única planta reconocida por producir THC.
Durante los años 90, los investigadores identificaron un compuesto en una planta hepática llamada Radula perrottetii que ostentaba una increíble analogía estructural con el THC. Los posibles efectos farmacológicos de esta sustancia natural, conocida como perrottetineno, no habían sido investigados hasta ahora.
En esta nueva investigación se demostró que esta sustancia activa los mismos receptores de cannabinoides en el cerebro que el THC, pero con una potencia psicoactiva significativamente menor. Además, el perrottetineno mostró propiedades antiinflamatorias en el cerebro similares a las del THC. También se descubrieron algunos comportamientos farmacológicos completamente distintos, lo que sugiere que el perrottetineno podría tener mejores beneficios medicinales que el THC.
Dada la escasa concentración de perrottetineno naturalmente presente en el musgo hepático, los investigadores han logrado desarrollar un nuevo método de síntesis para producir grandes cantidades de este compuesto sin necesidad de aislarlo de la planta original.
Michael Schafroth, uno de los autores del estudio, argumenta que el innovador método de síntesis implementado en la investigación seguramente brindará nuevas oportunidades para el examen de las propiedades y los efectos de los cannabinoides.
Los posibles usos clínicos que puedan surgir de esta intrigante investigación probablemente estén a varios años de distancia, ya que aún queda mucho trabajo por hacer para comprender mejor este nuevo compuesto y descubrir qué aplicaciones podría tener en la medicina.
