El poder curativo de la cúrcuma
Estamos en una era donde tanto la medicina tradicional como la moderna reconocen y elogian los beneficios de la cúrcuma. Este rizoma de color vibrante tiene propiedades antiinflamatorias demostradas y se ha vinculado con la prevención de distintos tipos de cáncer, como el de colon, estómago y mama.
Además, la cúrcuma es un aliado excepcional para tratar problemas hepáticos y mejorar la digestión. Actúa como un tónico estomacal y gracias a su componente principal, la curcumina, posee potentes efectos antioxidantes que son beneficiosos incluso para enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.
El desafío de la absorción de la cúrcuma
La cúrcuma tiene un pequeño inconveniente. Nuestro cuerpo tiene dificultades para absorberla adecuadamente. Entonces, ¿cómo podemos introducir la cúrcuma en nuestra dieta de manera efectiva para aprovechar todos estos beneficios para la salud, particularmente sus propiedades anticancerígenas? Según las investigaciones, el secreto radica en la fermentación de la cúrcuma.
De acuerdo con un estudio publicado en la Revista Internacional de Ciencia y Tecnología de Alimentos, la biodisponibilidad de la cúrcuma se incrementa cuando se somete a un proceso de fermentación.
Receta de jugo de cúrcuma fermentada
Esta receta es sencilla y eficaz para mejorar nuestra salud, ¡toma nota!
Ingredientes:- 1 taza de cúrcuma en rodajas finas, sin pelar (si no tienes suficiente, un poco de jengibre puede completar la taza).
- 3/4 de taza de miel cruda.
- 2 limones orgánicos o limas, o una combinación de ambos (ralladura y jugo).
En una olla, agrega la cúrcuma en rodajas y un litro de agua. Calienta hasta que el agua hierva y mantén a fuego lento durante al menos 20 minutos, hasta que el agua adquiera un profundo color amarillo dorado. Luego, deja enfriar hasta alcanzar la temperatura ambiente. Una vez fría, añade la ralladura y el jugo de los cítricos, así como la miel. Transfiere la mezcla a una jarra de 2 litros (o divide entre dos jarras más pequeñas)
Añade una cucharada de cúrcuma recién rallada y revuelve bien. Cierra la jarra y déjala a temperatura ambiente durante unos días (2-3 en un clima cálido, 4-5 en invierno), o hasta que empiece a burbujear ligeramente. Durante este tiempo, agita la jarra de vez en cuando. Tras este proceso, cuela la mezcla, viértela en botellas de boca ancha y deja que fermente a temperatura ambiente durante otros 2-3 días. Luego, refrigera. El jugo se conservará durante una semana antes de que empiece a avinagrarse.
Cuando vayas a tomarlo, agita bien la botella para distribuir el sedimento de cúrcuma o filtra de nuevo si prefieres un líquido más claro. Si lo necesitas más dulce, puedes añadir un poco de azúcar de coco o stevia antes de tomarlo.
Este tónico de cúrcuma es no solo beneficioso para la salud sino delicioso y refrescante, ¡anímate a probarlo! ¿Has utilizado la cúrcuma anteriormente en tu dieta? ¡Déjanos tus comentarios!
