Preparado por un equipo de ciéntificos en Estados Unidos, un riñón artificial revolucionario está en camino. Este dispositivo, hecho de filtros de silicio y células vivas, podrá ser implantado en pacientes con enfermedad renal, liberándolos de la necesidad de recurrir a la hemodiálisis. Una de las características más notables de este invento es que funciona gracias al propio impulso del corazón del paciente.
Este asombroso riñón biónico, que se encuentra en la etapa final de las pruebas antes de comenzar las pruebas en humanos, combina elementos electrónicos y orgánicos y tendrá un tamaño similar a los riñones humanos normales. Este avance tecnológico promete ser un gran alivio para las personas que tienen que recurrir a la hemodiálisis externa varias veces a la semana debido al mal funcionamiento de sus riñones.

Para los que no estén familiarizados con el proceso de la hemodiálisis, consiste en hacer fluir la sangre del paciente a través de un filtro que elimina desechos dañinos, minerales y fluidos innecesarios. Luego, la sangre limpia se devuelve al cuerpo del paciente, ayudándolo a mantener un equilibrio adecuado de sustancias químicas como el potasio y el sodio y a controlar la presión arterial.
Este nuevo dispositivo, que está siendo desarrollado como parte del llamado 'Proyecto Riñón', filtrará la sangre de forma continua, sin necesidad de largas visitas hospitalarias, y será implantado directamente en el cuerpo del paciente. Su tamaño compacto comparable a una taza de café pequeña permitirá su implantación en el cuerpo del paciente.
Este pequeño riñón bio-artificial está destinado a tratar la 'enfermedad renal en etapa final' (ESRD, por sus siglas en inglés), y representa una luz de esperanza para aquellos pacientes que están a la espera de recibir un trasplante de riñón.
El Dr. Fissell co-dirige el 'Proyecto Riñón', junto con el Dr. Shuvo Roy, bioingeniero y profesor en la Universidad de California, San Francisco, UCSF, en Estados Unidos.
Células vivas en andamios de silicio
El riñón biónico incorpora un microchip de silicio, que actúa como filtro, y células vivas de los riñones. Este riñón artificial funcionará con el impulso del corazón del paciente, filtrando la sangre de manera continua.
Ahora, lo único que queda es preguntarte: ¿Estás listo para la revolución médica?
