Estudios actuales sugieren que el comportamiento de dormir en los animales, incluidos los babuinos y los ratones, es impactado por la presencia de otros miembros de su especie. De manera similar, los humanos también tienden a experimentar variaciones en sus patrones de sueño cuando comparten su espacio de descanso con otros.
Aunque las prácticas de sueño varían culturalmente y según la edad, en las sociedades occidentales, es común que las personas pasen la noche con otras personas. Específicamente, el hábito de compartir la cama entre los cuidadores y los lactantes es bastante prevalente.
Beneficios y desventajas del colecho
A pesar de su difusión, la práctica del colecho ha estado rodeada de controversia. Según algunas perspectivas occidentales que valoran la autosuficiencia, dormir solo podría fomentar la capacidad de autocalma en los bebés que se despiertan durante la noche. En contraposición, algunos científicos sostienen que el colecho ha sido fundamental para mantener a los bebés calientes y seguros a lo largo de la historia humana.
Tal perspectiva, indicaría que es natural y beneficioso que los bebés no se calmen por sí mismos cuando se despiertan por la noche, y muchos consideran que los patrones de despertar nocturnos son parte normal de la lactancia y del desarrollo.
Ha habido preocupaciones en torno a la relación entre el colecho y el síndrome de muerte súbita infantil (SMSL), lo que ha llevado a algunos pediatras a desaconsejar la práctica. Sin embargo, cuando los estudios cuentan con los factores de riesgo controlados, parece no haber una diferencia significativa entre los bebés que duermen solos y los que duermen con sus padres.
El colecho durante la infancia
Según encuestas globales, el colecho durante la infancia también es bastante común. Algunas familias pueden recurrir al colecho en respuesta a dificultades para dormir por parte de su hijo. Sin embargo, en muchos países, incluidos algunos occidentales como Suecia, compartir una cama se considera una intimidación cultural que contribuye a un ambiente enriquecedor.
Adultos compartiendo una cama
En un estudio de la Fundación Nacional del Sueño de los Estados Unidos en 2018, se encontró que el 80-89 % de los adultos que viven en pareja comparten cama. Aunque compartir la cama puede aumentar la sensación de intimidad en las parejas y potencialmente mejorar la calidad del sueño, también puede provocar interrupciones en el sueño, especialmente en mujeres que comparten la cama con una pareja masculina.
Adelante quedan muchas preguntas por responder sobre el colecho, sus efectos en el desarrollo infantil y sus posibles beneficios para los adultos más allá de las relaciones de pareja. En general, la decisión de adoptar o no el colecho debería basarse en consideraciones individuales y familiares, como las necesidades de sueño, la salud y la edad.
