Teotihuacan, situado al noroeste del valle de México, es un rico repositorio de la historia antigua. Pese a ser una de las más destacadas zonas arqueológicas de la región, aún hay muchos misterios sin resolver en torno a este asentamiento primitivo. Los científicos siguen sus esfuerzos para desentrañar su misteriosa historia y etnia a través de continuas excavaciones y estudios.
Sus ruinas nos proveen evidencias valiosas sobre las diversas etnias que la poblaron. Los restos encontrados demuestran su esplendor no solo en términos de ingeniería urbana sino también revelando aspectos de su estructura política, social, cultural, medioambiental y religiosa.
Una de sus edificaciones más notables es la Pirámide de la Luna, la segunda más grande de la ciudad antigua. Ubicada al norte de Teotihuacan, tiene una base rectangular con aproximadamente 45 m de altura y 140 por 150 m de base. Los estudios sugieren que habría tenido un templo superior añadido, que incrementaría su estatura.
La Pirámide de la Luna se encuentra frente a la Calle de los Muertos, con la Plaza de la Luna a sus pies, un emplazamiento con un gran peso simbólico.
En 2017 los científicos decidieron adentrarse en la pirámide, allí descubrieron una fosa que condujo a una cámara secreta de 15 metros de diámetro situada a unos 8 metros bajo la pirámide. Además, el túnel de esta cámara parece tener más accesos, muy posiblemente conduciendo al lado oriente de la plaza.
La excitante investigación fue llevada a cabo por el Instituto Nacional de Antropología e Historia de México (INAH) y el Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Para ello, emplearon la resistividad eléctrica, una técnica que mide la resistencia de un material al flujo de una corriente eléctrica.
Verónica Ortega, directora del Proyecto de Conservación Integral de la Plaza de la Luna, plantea la teoría de que la cámara fue construida para simular el inframundo, donde se celebrarían rituales sagrados. Esta afirmación se basa en los hallazgos anteriores de los arqueólogos Rubén Cabrera y Saburo Sugiyama, quienes a finales de los 80 encontraron esqueletos con deformaciones craneales y varios objetos de piedra verde.
Aunque originalmente los expertos creían que encontrarían las tumbas de personajes relevantes, se sorprendieron al descubrir impresionantes objetos rituales, ¡hasta 100.000 piezas!
Teotihuacan ¿Por qué el "inframundo"?
La cosmovisión mesoamericana se dividía en tres regiones: el cielo, la tierra y el inframundo. Para su cultura, el inframundo era un lugar subterráneo, oscuro, frío y húmedo. Pero a diferencia de las interpretaciones comunes, no era un lugar de muerte sino de creación e iniciación. Se cree que solo los gobernantes podían descender a sus profundidades para adquirir poderes y emerger como dioses.
¿Te habías imaginado alguna vez que las antiguas pirámides ocultan un misterioso mundo subterráneo? ¿Te atreverías a explorar el inframundo de la Pirámide de la Luna? ¡Comparte tus opiniones en los comentarios!
