Descubriendo el Segundo Cerebro: El Impresionante Sistema Nervioso Entérico

Salud

Por Gloria Paula Trujillo, 10.08.2025



¿Podrías imaginarte poseyendo un segundo cerebro alojado en el estómago? De acuerdo a los hallazgos científicos, la respuesta es afirmativa. Asombrosamente, existe un revestimiento nervioso en nuestros órganos digestivos, dotado de la habilidad de aprender y almacenar recuerdos referentes a la forma en que nuestro cuerpo reacciona a diferentes alimentos. Explora esta fascinante realidad aquí.

El proceso de digestión es bastante complejo, lo que explica la existencia de una red de nervios encargada de manejar todo lo relacionado con esta función esencial de nuestro cuerpo. Tal red de control es operada por lo que se conoce como el sistema nervioso entérico (SNE).

Interrogante: ¿Cómo se estructura nuestro sistema digestivo?

El sistema nervioso entérico (SNE) forma parte del sistema nervioso autónomo. Reside en el recubrimiento de los órganos como el intestino delgado, el colón, el esófago y el estómago. Esta red local consta de aproximadamente 100.000 neuronas que se extienden por los 10 a 12 metros de nuestro aparato digestivo.

El SNE principalmente nos alerta acerca de la sensación de hambre y saciedad. Otras funciones que este "segundo cerebro" realiza son la mezcla de alimentos, la coordinación de las contracciones musculares y la regulación del entorno bioquímico necesario para que las enzimas puedan ejecutar su trabajo eficientemente.

Misterios Desvelados: ¿Qué tipo de neuronas se alojan en el SNE?

El recuento de neuronas presentes en un intestino sano de un adulto probablemente permanecerá constante a lo largo de su vida. Hay cuatro categorías de neuronas entéricas disponibles, cada una con un papel distinto que desempeñar. Estas neuronas se describen a continuación:

  • Neuronas aferentes intrínsecas primarias: su papel es transportar los impulsos nerviosos recogidos dentro de los órganos del aparato digestivo al cerebro.
  • Neuronas motoras: tienen la responsabilidad de activar las capas musculares que forman el tubo digestivo, los vasos sanguíneos del estómago y ciertas glándulas.
  • Interneuronas: células nerviosas que facilitan la comunicación entre las dos neuronas enumeradas anteriormente.
  • Neuronas intestinofugas: notifican al sistema nervioso central acerca de cualquier alteración en la actividad regular del intestino.
¿No crees ahora que la frase "pensar con el estómago" tiene muchísimo más sentido?



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