El exceso de peso se ha convertido en un desafío global, atribuido en gran medida a dietas inadecuadas. Sin embargo, otra causa significativa es la disfunción tiroidea, especialmente en mujeres. Este trastorno autoinmune inflama las glándulas tiroides, resultando casi siempre en hipotiroidismo, que se manifiesta comúnmente entre los 20 y los 30 años.
Los sintomas que presenta incluyen fatiga, aumento de peso, dolor muscular y articular, pérdida del olfato y del gusto, problemas en la garganta y piel seca. Aunque hay medicamentos disponibles para manejar la enfermedad, aún no se ha encontrado una cura total.
Aquí es donde los remedios naturales pueden ofrecer ayuda. Un tratamiento factible y natural es el uso del aceite de coco. Te sorprenderá saber que puede reemplazar los medicamentos o al menos reducir su dosis.
Propiedades del aceite de coco para la tiroides
El aceite de coco es saludable para los pacientes con hipotiroidismo por presentar grasas saturadas que estimulan el metabolismo, promueven la pérdida de peso y aumentan los niveles de energía. Contiene ácido láurico, una grasa natural que mejora la salud del sistema inmunológico y tiene beneficios en la glándula tiroides. Además, incluye otros componentes como ácido linoleico y Omega 9, que favorecen la pérdida de grasa y reducen el colesterol.
Hay testimonios que señalan que el uso del aceite de coco ha ayudado a perder peso y ha sido beneficioso para las personas con problemas tiroideos.
Cuatro cucharadas diarias de aceite de coco cubren las necesidades de un adulto. Puedes incorporarlas en tus comidas, especialmente en ensaladas. Sin importar si se usa en estado sólido o líquido, este aceite conserva vitaminas y propiedades, lo que amplia sus usos.
Consejos para una tiroides sana
Aparte del aceite de coco, ¿qué otras acciones pueden contribuir a la salud de tu tiroides?
- Cambia tu aceite de cocina habitual por el de coco o el de oliva extra virgen.
- Incorpora suplementos de selenio, zinc y vitaminas B, C y E a tu dieta.
- Realiza actividades físicas regulares.
- Come rábanos, fresas, habichuelas y arándanos.
- Consume alimentos ricos en yodo como las algas marinas, peces de agua fría, kombu, sal del Himalaya, yogur natural y papas, preferiblemente con piel.
- Bebe al menos dos litros de agua al día.
¿Estás dispuesto a probar estos consejos? Recuerda que una vida saludable es una vida feliz.
