Las manzanas son un verdadero tesoro nutricional. Son una fuente inagotable de vitamina C, actúan como bálsamo para nuestro sistema inmunológico, nos mantienen alejados del estreñimiento y controlan nuestro colesterol. Pero eso no es todo, son un poderoso agente anticancerígeno.
Según los investigadores de la Universidad de Cornell en Nueva York, la piel de la manzana tiene la increíble capacidad de frenar el crecimiento de las células cancerígenas hasta en un 43 por ciento, ya que contiene antioxidantes extremadamente potentes.
Además, los científicos del Instituto Mario Negri de Milán recalcan que el simple hecho de comer una manzana al día puede recortar el riesgo de cáncer de mama hasta en un 18%, reducir el de ovario en un 15%, esófago en un 25%, el de la boca en un 21% y el del colon-recto en un 20%.
Y si lo anterior no te ha convencido, Kanematsu Sugiura, un renombrado investigador en oncología, ha encontrado que la amigdalina, un compuesto presente en las semillas de manzana, puede ayudar a prevenir el cáncer de pulmón.
Ahora que conoces todos estos beneficios, ¿no te parece una excelente idea incorporar una manzana al día en tu dieta y así reducir las probabilidades de desarrollar cáncer? ¡Dale una oportunidad a tu salud!
