Durante cientos de años han existido los zoológicos alrededor del mundo y el cuidado que les otorgan a los animales no es algo de lo que se les puede dar reconocimiento.
Hoy en día se ha creado mucha concientización acerca del trato que merecen de nuestra parte, esto ha llevado a que algunos zoológicos dejen de ser lugares llenos de animales encerrados en pequeñas jaulas para convertirse en lo más parecido a su hábitat, en donde se les proteja y se les brinde los cuidados necesarios para que vivan como merecen.
Desafortunadamente algunas personas parecen no entender que si los animales son capturados, será exclusivamente para su protección y preservación y entonces con tal de cumplir sus intereses sin importarles la salud y la seguridad de los pobres animales, hacen cosas verdaderamente descabelladas.
Indonesia es uno de los países en el mundo que guarda hermosos destinos paradisiacos, además de su flora y su fauna, un claro ejemplo es la isla de Kokoya que guarda bajo sus aguas cristalinas una gran vida marina. En este lugar se realizan diversas actividades como buceo y la exploración submarina.
Durante una de las muchas exploraciones marinas que se han hecho a las orillas de la isla, un grupo de buzos encontraron una familia de dugongos (la madre y sus dos crías) enjaulada en el fondo del mar, la madre había sido amarrada de la cola mientras que las crías se les miraba muy tristes y deprimidas por estar enjauladas. Al parecer esto había sido obra de algún pescador local.
Los buzos buscaron al hombre para que liberara a los animales, cuando le hicieron frente, el pescador les comentó que los había capturado debido a que estos se estaban comiendo la pesca, desde luego los buzos sabían que mentía debido a que eran expertos en vida marítima. Los dugongos son una especie herbívora por lo que no comen pescado. Lo que llevó a la conclusión de que este hombre estaba guardando algo más.
Al parecer el pescador había capturado a la familia de dugongos para hacer negocio a costa de su libertad. La intención de él era cobrar 80 centavos de dólar por observarlos y 12 dólares por tomarse una fotografía con ellos. En ese momento lo buzos le exigieron que liberara a las pobres criaturas, de lo contrario acudirían con las autoridades para que se hiciera justica, el pescador accedió a liberar a la familia de dugongos pero antes los buzos tomaron fotografías y las subieron a las redes sociales debido a que no creían en la palabra del hombre, gracias a las fotografías las autoridades del lugar aseguraron la zona para que ningún otro animal fuera capturado nuevamente.
Estos hombres realizaron una gran labor devolviéndoles la libertad a la familia de dugongos, pero todavía existen muchos animales que han sido privados de su libertad de manera innecesaria, es trabajo de todos los seres humanos cuidar las especies animales y respetar su libertad debido a que cada una tiene una función en este planeta y cada especie que dañamos o que se extingue puede afectar seriamente la vida en el planeta.
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