La Inteligencia Artificial (IA) ofrece muchas promesas en ámbitos tan diversos como la gobernanza, los negocios y la sociedad en general. Sin embargo, plantea también numerosos riesgos, que van desde la propagación acelerada de desinformación y ciberataques sofisticados hasta el incremento del consumo de energía. A pesar de las garantías proporcionadas por la industria tecnológica, existe una preocupación creciente sobre el impacto adverso de la rápida adopción de la IA, especialmente en el sur global.
Instituciones como el Instituto Igarapé en Brasil y la Fundación New America han reunido un equipo global de expertos en IA para abordar estos desafíos y hoy día ya han generado documentos proponiendo estrategias de mitigación y mejora de la resistencia.
La Amenaza de la Pérdida de Empleos
Uno de los riesgos más significativos es la masiva automatización y posible eliminación de empleos. Se espera que la IA tenga un impacto profundo en los trabajos, desde el sector agrícola e industrial hasta jurídico, médico y administrativo. Aunque por supuesto se crearán nuevas formas de empleo, al menos 800 millones de trabajos están en riesgo de ser automatizados para el 2030.
Existe una preocupación real de que los sectores menos cualificados en los países en desarrollo se vean desproporcionadamente afectados. La Organización Internacional del Trabajo estima que más del 56% de todos los empleos en países de ingresos bajos y medios están en "alto riesgo" de automatización.
Exclusión Digital e Inigualdades
Otro riesgo relevante es la profundización de la exclusión digital y el aumento de la desigualdad. Se espera que la brecha entre los que tienen acceso a las tecnologías avanzadas y los que no,
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