Emerge la asombrosa capacidad de una obra literaria para hacer historia, gracias a la trama envolvente y la auténtica creatividad impresa en cada página por su autor. Empleando un enfoque innovador y la libertad para experimentar, el escritor tiene la valentía de explorar nuevos métodos que sumergirán al lector en la experiencia increíble de la narrativa.
Rayuela, un pilar de la literatura contemporánea, es un ejemplo perfecto en este caso. Este tesoro literario es la obra del famoso autor argentino, Julio Cortázar, escrita durante su estancia en París, Francia, y publicada en el año 1963.
Rayuela es una pieza maestra de 155 capítulos y es destacada como uno de los del hito del fenómeno literario popularmente conocido como el "boom latinoamericano". Esta novela traza la vida de su personaje principal, Horacio Oliveira, a través de tres capas distintas:
"Del lado de allá" establece la historia en París, donde Oliveira comienza su travesía amorosa con una mujer uruguaya, conocida por su apodo "la Maga", y rinde homenaje a su intelecto en el Club de la Serpiente, un grupo de amigos con una pasión compartida por el arte, la literatura y el jazz.
"Del lado de acá" remonta la narrativa a Buenos Aires, Argentina, después de su regreso, y muestra lo que podría interpretarse como el inicio de la decadencia de Oliveira.
"De otros lados", encapsula los capítulos que podrían considerarse irrelevantes en la narrativa, y engloba citas, borradores, poesías, notas, pensamientos y recortes de periódicos.
Lo que hace la novela extraordinariamente atractiva es su estructura única y la creatividad de Cortázar en la guía del lector a través de una trama que brilla no solo por la profundidad de sus personajes, ansiedades y sutilezas, sino también por el lenguaje complicado y fascinante acompañado.
Cortázar introdujo una innovadora página de tablero de dirección, que proporciona un orden predeterminado para una de las dos maneras posibles de leer el libro. Similar a una rayuela, la novela requiere saltar de un capítulo a otro para llegar al final, evocando así el juego infantil que inspiró el título.
La alternativa a este camino es seguir un orden natural, leyendo las dos primeras partes (de los capítulos 1 al 56) y omitiendo la tercera.
Dentro del dominio de la "contranovela" -término autodescriptivo de Cortázar- resaltan otros elementos como el lenguaje ficticio "gígligo" creado por el mismo autor, acertijos musicales y fragmentos de otros escritos.
Académicos literarios en todo el mundo han reconocido a Rayuela como una de las primeras obras surrealistas de la literatura argentina, y la han catalogado frecuentemente como "antinovela".
El título original pensado fue "Mandala", un emblema hindú simbolizando la representación del cosmos en su totalidad y sugiriendo la unidad con uno mismo. Sin embargo, Cortázar finalmente optó por "Rayuela", un juego común infantil donde el propósito es saltar hasta alcanzar el cielo (la última casilla), avanzando a saltos por las cajas que le preceden.
Así, Rayuela se transforma en la analogía de la incansable búsqueda de Oliveira para obtener una realización desconocida, y presenta una clara alusión al estilo de lectura sugerido en la obra de Cortázar.
El corazón de Rayuela alberga una historia caracterizada por la introspección, el surrealismo, la naturaleza absurda de las situaciones cotidianas y las tragedias, espolvoreadas con un toque de humor negro y ironía.
¿Has leído ya Rayuela? ¿Qué te pareció el innovador estilo de lectura sugerido por Cortázar? ¡Comparte tus pensamientos en los comentarios!
