¿Estás bajo la impresión de que solo el pollo cocido es amigable con tu figura? Permítenos corregir ese mito. Aquí te presentamos una nueva receta que puedes usar para cocinar pollo de una manera deliciosa, sin que comprometas tu silueta. Presta atención. Coloca las pechugas de pollo en una tabla de cortar y sazónalas con mostaza, sal y ajo finamente triturado. A continuación, fríelas en una sartén. Mientras se cocinan, prepara una bandeja de horno con tomates, zanahorias, dos mazorcas de maíz y otras verduras verdes a tu elección (brócoli, judías verdes, pimientos, etc.). Agrega un poco de aceite de oliva y setéalo a un lado. Una vez que el pollo esté listo, envuélvelo en papel de horno y colócalo sobre las verduras preparadas. Cuece todo en el horno durante 20 a 25 minutos. Mientras todo se cocina, prepara la salsa de pollo. En un tazón, combina dos cucharadas de mostaza, una de miel y un pequeño vaso de agua. Mezcla hasta conseguir una textura homogénea y aguarda. Al finalizar el tiempo de cocción, retira las verduras y el pollo del horno y vierte la salsa de miel y mostaza preparada anteriormente. ¡No podrás resistirte! Así será tu pechuga al degustarla. Todo es gracias a la forma en que preparamos el pollo y los ingredientes escogidos para la receta. Eso es todo. Recuerda que este plato tiene pocas calorías, lo que lo convierte en una comida saludable e ideal, ya sea si sigues una dieta rigurosa o simplemente deseas cuidar un poco más de tu dieta diaria. ¡Que lo disfrutes!
Olvida lo que Sabías del Pollo al Vapor
Los Ingredientes Necesarios
Cómo Prepararlo
Disfruta una Pechuga Más Jugosa que Nunca
