Un día oscuro para los dinosaurios
Este interesante relato proviene del marco de The Conversation Júnior, un foro donde expertos de todo el mundo responden a las inquietudes de jóvenes de 12 a 16 años. Hoy, la siguiente pregunta proviene de Raquel, de 13 años, en Adra (Almería):
El último día de los dinosaurios llegó de manera inesperada cuando un gran meteorito se precipitó sobre la Tierra, provocando un apocalipsis del que los majestuosos gigantes del Mesozoico no tuvieron escapatoria. Ni la fuerza letal de la mordida del Tyrannosaurus rex ni el tamaño impresionante del saurópodo Alamosaurus sanjuanensis pudieron salvarlos de esta catástrofe.
La teoría más aceptada para la extinción del límite Cretácico-Paleógeno, también conocida como el límite K/T, es que hace unos 66 millones de años, un meteorito de unos 10 kilómetros de diámetro impactó la Tierra.
La estocada final: un accidente cósmico
Este objeto espacial, posiblemente un cometa o un asteroide, chocó contra nuestro planeta a una gran velocidad. La fuerza destructiva fue equivalente a cien millones de bombas de hidrógeno. Su blanco fue una región submarina poco profunda, ubicada en la actual península de Yucatán en México, creando lo que se conoce hoy como cráter de Chicxulub.
Ilustración del impacto que creó el cráter de Chicxulub - NASA
Este "accidente cósmico" resultó en la desaparición de más de la mitad de las especies existentes en ese momento. Los dinosaurios, los reptiles marinos, los ammonites (cefalópodos con una gran concha externa), las plantas, e incluso los microorganismos, desaparecieron.
Un mundo oscurecido: fuego, polvo y oscuridad
El impacto fue tan catastrófico que se produjo una lluvia de rocas y trozos fundidos que desató una serie de reacciones catastróficas. Los tremendos incendios que le siguieron oscurecieron el cielo con humo, cenizas y hollín, consumiendo el oxígeno de la atmósfera y creando un velo que bloqueó la luz del sol.
En su punto más devastador, olas gigantes, con alturas de hasta un kilómetro, se formaron a raíz del gran impacto, barriendo continentes y alterando la vida marina y terrestre por igual.
El amanecer de una nueva era: la lluvia ácida y después...
Una vez que la luz regresó, la atmósfera se calentó en exceso debido a los gases de efecto invernadero que habían sido liberados por el impacto, el colapso de los carbonatos y los innumerables incendios forestales. Esta situación de calor extremo persistió durante siglos, hasta que los niveles de CO2 disminuyeron.
La lluvia ácida, producto de la combinación del NO con el vapor de agua, también cayó sobre la vegetación superviviente y contaminó las aguas continentales. Con la desaparición rápida de la mitad de los géneros de plantas y animales, la Era Mesozoica llegó a su fin.
Los organismos que fueron capaces de resistir, se encontraron con un mundo cambiado lleno de nuevas posibilidades. Este proceso de adaptación a las nuevas condiciones favoreció la aparición y diversificación de nuevas especies, lo que se conoce como radiación evolutiva. A la larga, los mamíferos y las aves, que fueron de los pocos que sobrevivieron, se encuentran entre los grupos que mejor se adaptaron a esta nueva era.
