Imagínate flotando en el espacio infinito mientras tu nación en la Tierra se desfragmenta en 15 países diferentes, resultando en una crisis económica que retrasa tu regreso a casa por más de 300 días. Esta es la asombrosa historia del cosmonauta Sergei Krikalev.
Sergei Krikalev, un ingeniero mecánico y cosmonauta desde 1986, es oriundo de la ciudad hoy conocida como San Petersburgo, en la era de la Unión Soviética (URSS).
El 19 de mayo de 1991, Krikalev embarcó en una misión espacial junto a Anatoli Artsebarski, un compañero soviético, y Helen Sharman del Reino Unido. Sharman sería reconocida por ser la primera astronauta no americana ni soviética en ir al espacio. Su misión era llegar a Mir, una estación espacial lanzada por la Unión Soviética en 1986.
Una vez en Mir, cada miembro de la tripulación cumplió con sus tareas previamente asignadas. Sharman fue la primera en irse, 7 días después, después de realizar un par de experimentos médicos y agrícolas. Krikalev, por su parte, se quedaría atrapado en el espacio debido a la crisis política por la que atravesaba la URSS durante 1991, desembocando en la disolución de la misma y la emergencia de Rusia.
Consecuencias de la Crisis Política
La división de la URSS dejó desolación económica entre los países resultantes, entre ellos, Rusia, hogar de Krikalev. El salario de los cosmonautas, antes una cantidad significativa y respetada, ni siquiera proporcionaba lo suficiente para comprar un kilo de carne.
Durante una llamada de vídeo con su esposa, Krikalev fue informado de su precaria situación financiera. Sin embargo, estaba impotente para hacer algo al respecto, ya que la empresa espacial simplemente no tenía los recursos necesarios para traer a sus cosmonautas de vuelta a casa.
Además, el costo del alquiler de la base espacial desde donde Krikalev había despegado (y donde se suponía que debía aterrizar) había aumentado significativamente, lo que complicaba aún más su situación. Incluso un intento de colaboración publicitaria con la marca Coca-Cola, que mostraba a los dos cosmonautas disfrutando de la bebida en el espacio, no fue suficiente para reunir los recursos necesarios para su regreso a casa.
Del último Cosmonauta Soviético al Primer Ruso
Un colega ex-cosmonauta, Vladimir Polyakov, envió una carta a Krikalev detallando la tensión política en la URSS. Como prueba de la devastación económica, Polyakov mencionó lo difícil que había sido enviar algo tan simple como unos limones a la estación espacial Mir.
Con la renuncia del presidente Gorbachov el 25 de diciembre, la URSS finalmente se disolvió y todas sus obligaciones pasaron a la Federación Rusa. Como resultado, Krikalev y Volkov se convirtieron en los últimos cosmonautas soviéticos y los primeros rusos en estar en el espacio.

El Regreso a Tierra de Krikalev
Finalmente, en marzo, gracias a un préstamo de 28 millones de dólares de Alemania a Rusia, Krikalev y Volkov pudieron regresar a la Tierra. Fue la primera nave tripulada bajo la bandera rusa.
El 25 de marzo de 1992, y luego de 311 días, 20 horas y 1 minuto, el cosmonauta Serguei Krikalev puso nuevamente los pies en la Tierra. A su regreso, se encontró con que su país había cambiado de nombre, su salario no había mejorado, su carné del Partido Comunista había perdido su valor, y lo más estremecedor, su nacionalidad había cambiado de ser soviética a rusa.
Fuentes: / El Confidencial | Wikipedia | Daniel Marín
