El Misterio de Martes 13

Se reconoce comúnmente el martes 13 como un día de mal augurio en las culturas de España, Grecia y América Latina. Existe una fobia notable respecto a este día, conocida como Trezidavomartiofobia, la cual lleva a algunas personas a evitar viajar o emprender nuevas actividades en esta fecha. ¡Algunos aviones incluso evitan tener una fila 13 debido a la cantidad de pasajeros que rehusarían sentarse allí!

Mientras que estas tradiciones no tienen base científica alguna, forman parte de los mitos y las supersticiones que prevalecen en varias culturas. Curiosamente, hay quienes le han dado la vuelta a la idea y consideran al martes 13 como un día de suerte. De hecho, algunos jugadores de juegos de azar apuestan por el número 13 durante este día. Esto recuerda a la costumbre similar de temer al viernes 13 en las culturas anglosajonas o al viernes 17 en Italia.

El número 13 en la historia y la mitología

Desde la antigüedad, el número 13 ha sido considerado desafortunado. Recordemos la Última Cena de Jesucristo, donde había doce apóstoles y Jesús, quien fue crucificado, era el décimo tercero. La Cábala y las leyendas nórdicas enumeran a 13 espíritus malignos. En la Biblia, el capítulo 13 del Apocalipsis describe al anticristo y la bestia. En una leyenda escandinava, Loki, el espíritu del mal, era el decimotercer invitado en una cena de dioses en el Valhalla. Incluso en el Tarot, el número 13 está asociado con la muerte.

¿Por qué 'martes' y '13'?

La asociación entre la desgracia y el martes 13 tiene sus raíces a finales de la Edad Media. La caída de la ciudad de Constantinopla el 29 de mayo de 1453, un martes, se considera particularmente significativa. Se cuenta que cuando la flota de ayuda enviada por el Papa y las repúblicas de Venecia y Génova llegó al estrecho de los Dardanelos, se encontró con refugiados que huían de la ciudad. Al ser preguntados cuándo había caído la ciudad, los refugiados respondieron que había sido el martes. Con esta narración, el martes, día asociado al dios pagano de la guerra, comenzó a considerarse como de mala suerte.

Curiosamente, el martes toma su nombre del planeta Marte, a quien en la Edad Media se refería como "el pequeño maléfico". Representa voluntad, energía, tensión y agresividad. Marte, o Ares en la mitología griega, es el dios de la guerra, por lo que el martes está regido por el planeta rojo, asociado a la violencia, la sangre y la destrucción. Adicionalmente, se dice que la confusión de las lenguas en la Torre de Babel ocurrió también un martes 13.