Recientes investigaciones indican que no sólo la falta de sueño, sino también el exceso de este, pueden conducir a un aumento en el riesgo de enfermedades del corazón y muerte prematura.
Se estima que un tercio de la población duerme menos de lo recomendado. Esta carencia de sueño está vinculada a una serie de problemas de salud graves, incluida la diabetes, enfermedad cardiovascular, obesidad y depresión.
Curiosamente, un estudio recién publicado en el European Heart Journal sugiere que también dormir en exceso puede tener un impacto perjudicial para nuestra salud, de manera similar a cómo lo hace la falta de sueño.
Chuangshi Wang, aspirante a doctorado en la Universidad McMaster en Ontario, Canadá, y el Colegio Médico de la Unión de Pekín en la Academia China de Ciencias Médicas, lidera esta investigación innovadora.
¿Dormir demasiado puede ser dañino para la salud?
El equipo de Wang analizó los patrones de sueño de más de 116,000 individuos entre 35 y 70 años que participaron en el estudio PURE. Además de los patrones de sueño, el estudio también consideró factores como el estado socioeconómico, hábitos de vida, actividad física, dieta, uso de medicamentos y antecedentes de enfermedades crónicas.
Los resultados del seguimiento de 8 años del estudio PURE fueron impactantes: 4,381 personas fallecieron y 4,365 sufrieron ataque cardíaco o accidente cerebrovascular. El análisis llevado a cabo por Wang y su equipo descubrió que los individuos que dormían más de las 6 a 8 horas sugeridas por noche, corrían un mayor riesgo de morir de manera prematura o desarrollar una enfermedad cardiovascular.
Para ser más específicos, quienes dormían entre 8 y 9 horas tenían un 5% más de probabilidades de enfrentar estos problemas en comparación con quienes dormían las horas recomendadas. Quienes dormían entre 9 a 10 horas tenían un 17% más de probabilidades, y la posibilidad aumentaba al 41% para aquellos que regularmente dormían más de 10 horas.
Además, el estudio documentó un incremento en el riesgo de problemas de salud del 9% para aquellos que dormían 6 horas o menos por noche. No obstante, los investigadores hicieron hincapié en que este incremento no es estadísticamente significativo.
Wang reflexiona sobre los resultados del estudio afirmando: “Nuestra investigación concluye que la duración óptima de sueño sería de seis a ocho horas diarias para los adultos”.
Pero agrega: "No podemos afirmar con certeza que dormir en exceso cause enfermedades cardiovasculares, ya que este es un estudio observacional. Sin embargo, dormir muy poco o demasiado puede ser un indicador de otras condiciones subyacentes con efectos riesgosos".
El Dr. Salim Yusuf, coautor del estudio e investigador principal del estudio PURE, añade: “El público general necesita asegurar un patrón de sueño regular de entre seis y ocho horas diarias. Si se está durmiendo más de nueve horas al día de manera regular, sería recomendable acudir al médico para revisar el estado de salud en general”.
