La remolacha, o betabel, es un vegetal reconocido por su alto contenido en vitamina A, betalaína, carotenoides y flavonoides. Este conjunto de poderosos antioxidantes combate el exceso de radicales libres en el organismo, protegiendo a las células saludables y fortaleciendo el sistema inmunológico contra el cáncer y enfermedades crónicas.
Además, la remolacha contiene grandes cantidades de óxido nítrico, un compuesto que dilata los vasos sanguíneos facilitando así la circulación de la sangre. Esta propiedad resulta especialmente beneficiosa para regular la presión arterial y aumentar la resistencia física durante la actividad deportiva.
La remolacha se puede comprar en cualquier mercado o tienda de comestibles. Es versátil y se puede incorporar en distintos platos, ya sea cruda o cocida, en ensaladas, sopas, zumos, salsas, pasteles y guisos. Sus hojas también son comestibles y pueden utilizarse en revueltos, tortillas, sopas y crepes.
Estos son los beneficios más destacables de la remolacha para la salud:
Regula la presión arterial: Al contener nitratos que se transforman en óxido nítrico en el cuerpo, la remolacha dilata los vasos sanguíneos y mejora la circulación de la sangre.
Mejora el rendimiento físico: Favorece la oxigenación de los músculos, aumentando así la energía durante los entrenamientos y promoviendo una recuperación más rápida después del esfuerzo.
Fortalece el sistema inmunológico: Sus nutrientes, como la vitamina A, vitamina C y zinc, actúan como antioxidantes que protegen y fortalecen las células del sistema inmunológico.
Previene la anemia: Es una fuente de hierro, vitamina B9 y vitamina C, esenciales para la producción de hemoglobina.
Pero, ¿cómo puedes incluir la remolacha en tu dieta?
No existe una cantidad diaria recomendada de remolacha, aunque se aconseja ingerir de 2 a 3 raciones al día, equivalentes a unos 160g a 240g. Se puede disfrutar de la remolacha cocida, cruda en ensaladas o en zumo. Sin embargo, para conservar sus componentes antioxidantes, como la betalaína, es preferible consumirla cruda, ya que el calor puede degradar estas sustancias.
Además, las hojas de la remolacha son comestibles y se pueden añadir a guisos, tortillas, sopas, empanadillas, flanes y crepes.
Ahora bien, ¿existen precauciones que debemos tomar al consumir remolacha?
Es cierto que la remolacha cruda es rica en ácido oxálico, una sustancia que, cuando se consume en exceso, puede aumentar el riesgo de formación de cálculos renales. Por tanto, en personas con problemas renales, ingesta baja de líquidos o un consumo elevado de sodio, se recomienda limitar la ingesta de alimentos ricos en ácido oxálico.
Finalmente, si estás buscando formas de incorporar la remolacha en tus comidas, aquí te dejamos unas recetas con remolacha que seguro te encantarán.
1. Jugo de remolacha y piña
Ingredientes:
- 1/2 pepino.
- 1 rodaja de piña.
- 80g de remolacha cruda.
- Jugo de 1/2 limón.
Preparación: Licua todos los ingredientes juntos y disfruta este jugo frío. Este es un magnífico jugo rico en hierro perfecto para combatir anemia.
2. Hojas de remolacha sofritas
Ingredientes:
- 400g de hojas de remolacha.
- 1 cebolla picada.
- 1 hoja de laurel.
- 1 diente de ajo.
- 2 cucharadas de aceite.
- Sal y pimienta al gusto.
Modo de preparación: Prepara un sofrito con la cebolla, el ajo y el aceite. Luego, agrega el resto de ingredientes y deja cocer un par de minutos. Para suavizar las hojas, se puede añadir un poco de agua y dejar cocinar.
3. Paté de remolacha
Ingredientes:
- 1 taza de remolacha rallada.
- 2 dientes de ajo.
- 2 cucharadas de salsa de soja.
- 250g de ricota.
- 150ml de agua.
- 150ml de leche.
- Sal al gusto.
Modo de preparación: En una procesadora, tritura la remolacha con el agua y resérvala en un recipiente aparte. Luego, bate la ricota, sal, ajo y leche en la procesadora, y después mezcla todo junto con la remolacha rallada. Puedes utilizar este paté con tostadas, galletas de maíz o de arroz.
