En Suecia, en un lugar poco común, los productos fallidos obtienen un rincón especial para celebrar su existencia. Este lugar no es otro que el insólito Museo del Fracaso, consagrado a recopilar y exhibir los productos que no lograron triunfar en el mercado, complementado con explicaciones detalladas de sus fallas.
Pero, ¿quién estaría detrás de tan peculiar institución? He aquí a Samuel West, psicólogo tanto clínico como organizacional, quien ha expresado en su sitio web que la única vía hacia el éxito es aprender de los fracasos. Siguiendo esta línea de pensamiento, su museo rinde homenaje a los fracasos más notables de nuestra era moderna, enclavado en la ciudad sueca de Helsingborg.
Actualmente, se pueden encontrar más de 80 objetos en exhibición. Entre los productos fracasados destacan desde la malograda "Coca Cola II" hasta el infame Sony Betamax. Pero el museo no se limita a la tecnología de consumo: también exhibe automóviles que recibieron una mala recepción de mercado y alimentos insólitos, como la salsa de tomate verde Heinz. Se han destinado espacios al Titanic, la famosa y fallida obra de ingeniería, y a malas decisiones de planificación, como la crisis económica de Islandia.
¿El objetivo de esto? Según West, no es otra cosa que eliminar el estigma que rodea al fracaso y a hablar de él abiertamente. “Para progresar, necesitamos aceptar y aprender del fracaso; tanto las organizaciones como nosotros, en lo individual, debemos mejorar nuestra habilidad para hacerlo,” subrayó West.
Uno de los objetos exhibidos que más llama la atención es el desconocido Monopoly de Trump. Este juego de mesa, que promovía la compra y venta de propiedades, resultó tan complicado que nunca logró las cifras de ventas esperadas. ¿Quién pensaría que podría terminar en un museo?
Otro hallazgo inusual es una máscara rejuvenecedora, producida y discontinuada en 1999. La máscara electrónica se promocionaba para ejercitar los músculos faciales. No nos olvidamos del Perfume de Harley-Davidson, cuyo lanzamiento resultó en un rechazo por parte de los fans y fue posteriormente retirado del mercado.
En resumen, el Museo del Fracaso nos ofrece un recorrido visual y educativo por una variedad de productos fracasados que brindan una experiencia única y un magnífico lugar para visitar. ¿Te atreverías a visitarlo y aprender de los fracasos ajenos?
Nota: Este artículo se basa en información obtenida de Playbuzz.