Como dijo Platón, "El amor verdadero nace de la admiración". A lo largo de la historia, incluso las personajes más destacados han caído ante el irresistible encanto de expresar su devoción. En este artículo, exploramos algunas de las cartas de amor más entrañables jamás escritas.
1. Ludwig van Beethoven a su Amada Inmortal:
“Incluso mientras yace en la cama, mis pensamientos vuelan hacia ti, mi Amada Inmortal. Primero con alegría, luego con tristeza, me pregunto si el destino nos escuchará.
Sólo contigo puedo vivir plenamente. Sin ti, no quiero nada. Si no puedo estar contigo, prefiero vagar sin rumbo hasta que pueda huir a tus brazos y sentirme verdaderamente en casa.
El amor que siento por ti me hace a la vez el más afortunado y el más desdichado de los hombres. Mi corazón pertenece únicamente a ti. ¿Podremos alguna vez tener un amor tranquilo y estable? Cálmate, ámame. Nunca dudes del corazón fiel de tu enamorado.
Siempre tuyo, siempre mío, siempre nuestro."
2. Carta de amor de Simón Bolívar a Manuela Sáenz:
"Querida Manuelita:
Me alegra escuchar que has ido a rezar, porque necesitamos tener fe en que pronto estaremos juntos. Siento un gran orgullo por ti, por tus actos de bondad y tu dedicación a los desfavorecidos.
Cuando me viene a la mente tu hermosa figura, recuerdo nuestras noches interminables de amor. Si nunca tuviéramos que separarnos, seríamos verdaderamente felices.
Pienso en ti con todo mi corazón y alma, Bolívar."
3. Carta de Yoko Ono a John Lennon:
"Te extraño, John. 27 años han pasado y todavía desearía poder regresar al verano de 1980.
Noche tras noche, toco tu lado de la cama, todavía tibio, y me duele que no estés aquí. Este sentimiento ha permanecido en mí durante los últimos 27 años y lo llevaré conmigo para siempre.
Yoko Ono."
...6. Una de las cartas de amor de Salvador Dalí a Gala:
"Querida Gala:
Estoy atrapado en un paraíso del que desearía huir, pero los elefantes no me liberan. Con sus colmillos, me inyectan venenos y me resisto, pero contra todos no puedo.
Si sólo supieras cuánto deseo verte, cuánto anhelo que estés conmigo. Busco tu abrazo, busco ser quien fui para ti en esos momentos específicos. Te adoro, eres la única que ha existido para mí desde siempre. Mi pequeña Gala, hermosa, mi querida, muero de no tener te conmigo.
Salvador Dalí."
