Imagínate por un momento: un coágulo impide el flujo de sangre en tus arterias, un vaso sanguíneo se rompe repentinamente. Tu extremidad, ya sea una pierna, un brazo, incluso tu rostro, comienza a entumecerse. Tus habilidades para ver, hablar y moverte se ven abruptamente comprometidas. Este es un derrame cerebral en acción, un ataque que puede cambiarlo todo en un abrir y cerrar de ojos. Con solo unos breves momentos después de iniciarse, algunas neuronas se privan de oxígeno y mueren. Dependiendo de qué lado del cerebro sea afectado, las consecuencias varían. A la derecha, los problemas pueden incluir alteraciones en el habla, memoria a corto plazo y juicio. A la izquierda, puedes experimentar comportamientos compulsivos, desorganizados o excesivamente cautelosos. Además, un ataque cerebrovascular aumenta considerablemente el riesgo de demencia y Alzheimer a largo plazo. Un derrame cerebral ocurre de repente, pero generalmente es el resultado final de problemas de salud que pueden haberse presentado durante años. La mejor arma contra los derrames cerebrales es la prevención. El riesgo de tener un derrame cerebral empieza a incrementar en cuanto la presión arterial sube más allá de 115/75, según el Estudio Framingham sobre el corazón. Mantén un ojo en tus lecturas de presión arterial y apunta a mantenerlas dentro de un rango saludable. La fibrilación auricular, una condición cardíaca con latidos irregulares, puede llevar a la formación de coágulos que se dirigen al cerebro. Si experimentas algunos de sus síntomas, como palpitaciones, dolor de pecho o desmayos, busca atención médica lo antes posible. Controla tus niveles de azúcar y colesterol en la sangre: La diabetes puede duplicar o triplicar el riesgo de tener un derrame cerebral, mientras que los niveles de colesterol 'malo' (LDL) por encima de 130 mg/dL también aumentan el peligro. Administra bien la diabetes y baja tus niveles de LDL para reducir el riesgo de un accidente cerebrovascular hasta en un 50% y 25% respectivamente. Los medicamentos anticoagulantes pueden detener e incluso revertir el daño cerebral causado por un derrame – rápida acción es crucial. Debes buscar ayuda médica inmediatamente si experimentas síntomas como debilidad o entumecimiento en un lado del cuerpo, visión borrosa o problemas para hablar o entender palabras. Antes incluso de sufrir un derrame cerebral mayor, entre un 30% y 40% de las personas experimentan una señal de advertencia en forma de un pequeño derrame conocido como 'ataque isquémico transitorio' o AIT.
Cómo prevenir un derrame cerebral: Guía de supervivencia
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Entendiendo el impacto del derrame cerebral
La importancia de la prevención
Atiende a cualquier irregularidad de tu ritmo cardíaco:
Aprende a reconocer y actuar frente a los signos de un derrame cerebral:
Reconoce los mini-derrames o ataques isquémicos transitorios:
